Esto marcará una escala significativa del transporte electrificado -incluyendo también camiones y autobuses.
California ha hecho mucho por las energías renovables y la tecnología limpia, pero también tiene una cultura del automóvil muy arraigada. De hecho, según la Junta de Recursos del Aire de California, el transporte representa la friolera del 39% de todas las emisiones de CO2 del estado. (En comparación con el 28% de las emisiones nacionales.) Por tanto, aumentar la electrificación -y destetar a las comunidades californianas de la planificación centrada en el coche- tendría un impacto enorme en las emisiones totales.
Las posibilidades de que esto ocurra más pronto que tarde acaban de recibir un impulso significativo, ya que los reguladores de California acaban de aprobar un plan de inversión masiva de 738 millones de dólares por parte de las empresas de servicios públicos del estado, destinado directamente a la infraestructura de carga de vehículos eléctricos. (Con las empresas de servicios públicos aparentemente enloquecidas por el descenso de la demanda, esto supone una nueva fuente de ingresos lógica).
Green Tech Media tiene un útil resumen de los principales componentes del plan, que incluyen 236 millones de dólares de Pacific Gas & Electric para rebajas e infraestructura de carga para vehículos medianos y pesados como camiones, grúas y carretillas elevadoras en 700 lugares, así como 22 millones de dólares para estaciones de carga rápida de corriente continua en 52 lugares. También incluye 137 millones de dólares para San Diego Gas & Electric, que se destinarán a reembolsos e instalación de infraestructura de carga en hogares y viviendas multifamiliares. E incluye 343 millones de dólares para Southern California Edison, que dejará caer el dinero en hasta 8.500 inversiones en infraestructura para vehículos medianos y pesados repartidos en 870 emplazamientos diferentes.
También hay que destacar que el plan hace hincapié en las inversiones en comunidades urbanas de bajos ingresos que han sufrido de forma desproporcionada los efectos de la mala calidad del aire sobre la salud. Esto significa que habrá un beneficio significativo para la salud pública y la justicia social, además de los beneficios sociales y medioambientales más amplios en cuanto a los gases de efecto invernadero.
No olvidemos que California pretende alcanzar el 50% de energías renovables en su suministro eléctrico para 2030, y muchos analistas esperan que supere ese objetivo. Así que, a medida que estas propuestas se desarrollen -y a medida que la electrificación del transporte pase a la vía rápida-, deberíamos empezar a ver una reducción significativa de las emisiones totales. Al fin y al cabo, los vehículos eléctricos son más ecológicos, literalmente, en todas partes. Pero son significativamente más ecológicos allí donde la red es verde también.