La mayor parte del marfil ilegal que se vende en todo el mundo procede de elefantes que han sido matados recientemente. No procede de antiguos alijos de marfil, sino de elefantes que han sido cazados furtivamente en los últimos años, según los investigadores.
Típicamente, las autoridades no sabrían cuándo se cazó furtivamente el marfil, pero con la nueva tecnología los investigadores utilizaron la datación por carbono para estudiar cientos de muestras de marfil confiscadas en todo el mundo. El análisis descubrió que la mayor parte del marfil procedía de elefantes muertos hace menos de tres años.
Entre los elefantes africanos que habitan en la sabana, las poblaciones están disminuyendo alrededor de un 8% al año, según el Gran Censo de Elefantes, incluyendo un descenso del 30% entre 2007 y 2014. Asimismo, el número de elefantes africanos que viven en los bosques descendió un increíble 62% entre 2002 y 2013. Estas muertes, señala Smithsonian Magazine, están «íntimamente relacionadas con el comercio mundial ilegal de marfil».
Esto sugiere que la crisis de la caza furtiva puede ser aún más grave de lo que se pensaba.
En 1989, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) prohibió el comercio internacional de marfil de elefante africano, salvo en raras circunstancias. Ese mismo año, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Conservación del Elefante Africano (AECA), que prohibía la importación de marfil de elefantes africanos. Desde entonces, el mercado comercial de marfil de EE.UU. prácticamente se ha hundido.
Sin embargo, no es el caso de Asia. Hasta el 70% del marfil ilegal que se expolia actualmente se dirige a China. Venerado durante milenios como un artículo de lujo raro y que aumenta el estatus, el marfil ha estado durante mucho tiempo fuera del alcance de la mayoría. Pero cuando el auge económico de China creó una amplia clase media, muchos nuevos clientes entraron en el mercado, lo que elevó el precio del marfil a la asombrosa cifra de 1.000 dólares por kilo en las calles de Pekín. Los colmillos de un solo elefante adulto pueden valer más de 10 veces el ingreso medio anual de un trabajador africano.
El ansia de marfil y la situación en África han creado lo que puede ser la mayor pérdida porcentual de elefantes de la historia. Muchos temen que los elefantes africanos no sobrevivan.
¿Qué podemos hacer?
Si eres un mercenario, puedes ponerte tu equipo de Rambo e ir a África a luchar contra los señores de la guerra y los cazadores furtivos. Si estás en China y compras objetos de marfil, puedes decidir dejar de hacerlo. ¿Pero qué pasa con el resto de nosotros? Ninguno de nosotros puede detener por sí solo el comercio de marfil, pero no estamos indefensos, por mucho que lo parezca. He aquí seis acciones que podemos llevar a cabo para apoyar a estas grandes criaturas.
Tabla de contenidos
1. Obviamente, no compres marfil.
O véndelo, o llévalo. El marfil nuevo está estrictamente prohibido, pero el marfil antiguo puede comprarse legalmente. El marfil se ha utilizado tradicionalmente para fabricar joyas, bolas de billar, tacos de billar, fichas de dominó, abanicos, teclas de piano y baratijas talladas. Evitar el marfil antiguo es un claro mensaje a los comerciantes de que este material no es bienvenido, y es una forma fácil de mostrar tu solidaridad con los elefantes.
2. Compra café y madera respetuosos con los elefantes.
Los cultivos de café y madera suelen crecer en plantaciones que destruyen los hábitats de los elefantes. Asegúrate de comprar madera certificada por el Consejo de Administración Forestal (FSC) y café certificado de comercio justo.
3. Apoya los esfuerzos de conservación.
Si todos pudiéramos ser Jane Goodall o Dian Fossey, y trasladarnos a la selva o a las llanuras y dedicar nuestra vida a la vida salvaje. Desgraciadamente, para la mayoría de nosotros eso es cosa de sueños. Mientras tanto, podemos apoyar a las organizaciones comprometidas activamente con la conservación de los elefantes. Hay muchas, pero he aquí algunas:
- Fundación Internacional del Elefante
- Sheldrick Wildlife Trust
- Fundación Africana para la Vida Silvestre
- Fondo para los elefantes de Amboseli
Si no, no te preocupes.
4. Sé consciente de la situación de los elefantes en cautividad.
Históricamente, los zoológicos y los circos han ofrecido a los elefantes una vida de, básicamente, servidumbre. Afortunadamente, la industria de los zoológicos está empezando a despertar y a desarrollar entornos más respetuosos con los elefantes, aunque aún les queda mucho camino por recorrer. Los circos, aún más. Marca la diferencia boicoteando los circos que utilizan animales, y boicoteando los zoológicos que no ofrecen suficiente espacio para que los elefantes vivan en grupos sociales, y en los que el estilo de gestión no les permite tener el control de sus propias vidas.
5. Adopta un elefante.
¿Quién no querría llevarse a casa un bonito elefante, protegerlo de los malos y criarlo como propio? Vale, eso es poco realista, pero hay organizaciones que ofrecen adopciones de elefantes, de modo que consigues bonitas fotos de «tu» elefante, y ellos obtienen fondos para sus esfuerzos de conservación de los elefantes. Fundación Mundial para la Vida Salvaje, Fundación%20Mundial%20para%20los%20Animales,%20Born Free y Defensores de la Vida Salvaje tienen programas de adopción y son buenos lugares para empezar a buscar ese paquidermo especial.
6. Implícate en Roots & Shoots.
Fundada en 1991 por la Dra. Jane Goodall y un grupo de estudiantes tanzanos, Roots & Shoots es un programa juvenil creado para incitar al cambio positivo. Hay cientos de miles de niños en más de 120 países en la red de Raíces y Brotes, todos trabajando para crear un mundo mejor. Es una forma estupenda de conseguir que los jóvenes se impliquen en la conservación y sigan carreras para ayudar a los elefantes y a otros animales salvajes.