Al igual que los elefantes asiáticos en general, los elefantes de Borneo se consideran en peligro de extinción y con una población mundial decreciente desde 1986, aunque la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ya los consideraba «muy raros» en 1965. En la actualidad, se calcula que quedan menos de 1.500 ejemplares en la Tierra.
Los elefantes de Borneo, la subespecie más pequeña de los elefantes asiáticos (a veces denominados elefantes pigmeos), miden de media entre 8,2 y 9,8 pies de altura. También suelen tener colas más largas, orejas más grandes y colmillos más rectos que sus primos del continente. Aun así, estos majestuosos animales suelen ser los mayores mamíferos en sus hábitats nativos, que van desde los bosques de las tierras bajas de Kinabatangan inferior en el estado de Sabah en Borneo (Malasia) hasta el estado indonesio de Kalimantan oriental.
Cómo llegó exactamente esta subespecie de elefante a sus hogares insulares sigue siendo un misterio para los científicos, ya que algunos estudios sugieren que han vivido en Borneo desde el final del periodo Pleistoceno -hace entre 11.000 y 18.000 años-, cuando la isla formaba parte de un paisaje mayor.
Sea cual sea la forma en que llegaron, una cosa está clara: los elefantes de Borneo se enfrentan a una serie de amenazas que pueden estar conduciendo a su extinción. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de conservación, es posible que podamos salvar a estos mamíferos profundamente únicos de un futuro incierto.
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Amenazas
La conservación del elefante de Borneo se enfrenta a retos similares a los de los elefantes asiáticos, como la pérdida de hábitat, los conflictos entre humanos y elefantes y la caza furtiva. Factores como la deforestación, influida por el aumento de la demanda mundial de aceite de palma, han creado más conflictos entre los seres humanos y los elefantes, ya que los animales se ven obligados a adentrarse en zonas desarrolladas.
Pérdida de hábitat
La pérdida de hábitat es la principal amenaza para los elefantes de Borneo. Los grandes mamíferos como los elefantes necesitan grandes áreas para alimentarse, y la pérdida de bloques enteros de bosques debido a la fragmentación y la conversión a plantaciones comerciales o a la tala puede reducir el contacto entre subpoblaciones.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, Sabah ha perdido el 60% de su hábitat de elefantes debido a los cultivos en los últimos 40 años.
Conflicto humano
La disminución de los bosques ha elevado la frecuencia de contacto con las personas y los niveles de conflictos entre humanos y elefantes en Borneo.
Los elefantes son más propensos a asaltar las plantaciones en busca de comida o a desplazarse por zonas urbanizadas. Esto hace que a veces los lugareños tomen represalias contra los animales cuando destruyen sus cultivos o amenazan los asentamientos humanos.
Caza furtiva
La conversión total de los bosques también ha provocado un aumento del nivel de caza furtiva entre los elefantes de Borneo, que, según los estudios, ha aumentado a lo largo de los años. Entre 2010 y 2017, se informó de un total de 111 muertes de elefantes en Borneo debido a la caza furtiva, en comparación con al menos 25 sólo durante 2018.
Lo que podemos hacer
Dada su limitada área de distribución natural y su naturaleza esquiva, la situación del elefante de Borneo pasó relativamente desapercibida durante muchos años. Sin embargo, a partir de principios de la década de 2000, los grupos conservacionistas empezaron a dirigirse a Borneo para gestionar proyectos como el seguimiento por satélite para comprender mejor los movimientos de la subespecie y el uso de sus hogares en la selva.
Un programa dirigido por la veterinaria Cheryl Cheah, la Unidad de Conservación de Elefantes de WWF-Malasia y el Departamento Forestal del Estado de Sabah colocaron con éxito collares por satélite a al menos 25 elefantes de diferentes manadas entre 2013 y 2020. Basándose en esta investigación, las organizaciones locales pueden hacer recomendaciones para gestionar adecuadamente los bosques de elefantes, identificar los corredores de la fauna y mantener las zonas de hábitat forestal más críticas.
Así mismo, aunque los elefantes no sean el objetivo de los cazadores furtivos, no es raro que queden atrapados en lazos o trampas colocadas en las reservas forestales que limitan con las plantaciones destinadas a los jabalíes y los ciervos. Si los elefantes no son tratados con la suficiente antelación, las heridas de los lazos pueden provocar una grave infección y causar una muerte lenta y dolorosa.
Una forma de combatir esta amenaza es llevar a cabo operaciones contra los lazos en los hábitats de los elefantes, que es exactamente lo que hizo WWF-Malasia en 2018 después de que se registraran más de 25 muertes de elefantes sólo en el primer semestre del año, varias de ellas debidas a graves heridas de lazos. La organización buscó y retiró plataformas de caza ilegal, lazos y trampas en los bosques cercanos a las plantaciones, trabajando junto al gobierno local para identificar los puntos calientes de la caza furtiva.
Por muy importantes que sean los estudios científicos de conservación, la supervivencia a largo plazo del elefante de Borneo dependerá en gran medida de la gestión sostenible de los bosques y de que se garantice el acceso de estos animales a los corredores de fauna silvestre reforestados para poder moverse libremente y evitar la exposición a los seres humanos.
Lo que puedes hacer para ayudar al elefante de Borneo
- Donar a organizaciones como la sección de Malasia del Fondo Mundial para la Naturaleza para apoyar los esfuerzos de conservación en Borneo.
- Evita comprar productos nuevos de madera y papel que puedan proceder de bosques gestionados de forma sostenible. Busca el sello Consejo de Administración Forestal en este tipo de productos para garantizar un alto nivel de sostenibilidad.
- No compres productos que contengan marfil, ni siquiera piezas antiguas que puedan ser anteriores a las prohibiciones estrictas del marfil.