8 datos curiosos sobre las serpientes sin escamas

Las serpientes sin escamas pueden parecer contradictorias: al fin y al cabo, las escamas son una característica que define al animal. Y sin embargo, se han encontrado serpientes sin escamas en la naturaleza, se crían habitualmente en cautividad e incluso son mascotas de moda.

Al fin y al cabo, estas criaturas no son tan diferentes de sus homólogas cubiertas de escamas. Pero hay algunas distinciones que las convierten en objeto de interés para los aficionados a los reptiles y los investigadores. Desde sus colores extrabrillantes hasta su piel suave, parecida a un malvavisco, las serpientes sin escamas son animales curiosos. Aquí tienes ocho datos sobre ellas.

Tabla de contenidos

1. Su falta de escamas es una mutación

Es comprensible pensar que la falta de escamas de una serpiente sin escamas es una deformidad: parece un error. Sin embargo, es técnicamente una mutación. La ausencia de escamas es un rasgo recesivo, mejor comparado con el albinismo que aparece en muchos animales (incluidas las serpientes). En consecuencia, puede transmitirse, siempre que las serpientes sin escamas se apareen con otras serpientes sin escamas.

2. Muchas especies de serpientes no tienen escamas

La falta de escamas de las serpientes no se limita a una sola especie: se ha descubierto que muchos tipos diferentes de serpientes tienen este rasgo único. La serpiente sin escamas más común es la serpiente de maíz sin escamas de colores brillantes, que es especialmente popular en los programas de cría en cautividad. Otras especies que han tenido este rasgo son la serpiente rata de Texas, la serpiente topo, la serpiente de liga y la pitón de bola.

3. La ausencia de escamas trasciende la edad

Las escamas no son algo sin lo que una serpiente nace y aparecen a medida que la criatura madura. Por tanto, la ausencia de escamas en las serpientes sin escamas no tiene nada que ver con la edad: o tienen la mutación genética o no la tienen, y eso decidirá si tienen o no escamas durante toda su vida. Desde su descubrimiento en 1942, se han encontrado serpientes sin escamas en la naturaleza a todas las edades, desde juveniles hasta adultas.

4. Las serpientes sin escamas no son completamente sin escamas

«Sin escamas» es, en realidad, una denominación errónea para estas serpientes. Tienen escamas que recubren completamente su vientre -llamadas escamas ventrales- al igual que las serpientes normales. Esto es importante porque todas las serpientes necesitan las escamas ventrales para deslizarse con eficacia: las escamas se agarran a la superficie para que la serpiente pueda avanzar. Una serpiente realmente sin escamas no podría desplazarse.

Además, las serpientes sin escamas suelen tener pequeñas manchas de escamas a lo largo del cuerpo. No hay un patrón real para esto, y la escasa colección de escamas de cada serpiente es aleatoria y única.

5. Se desprenden

Una pregunta habitual sobre las serpientes sin escamas es si mudan. Sí, lo hacen.

Las serpientes mudan su piel, no sus escamas, por lo que la ausencia de escamas no tiene ningún efecto en la muda de una serpiente. Las serpientes sin escamas se desprenden exactamente igual que las serpientes normales, dejando atrás un trozo entubado que era su capa más externa de piel. La principal diferencia es que, cuando una serpiente normal se desprende, la piel está muy texturizada porque lleva las huellas de las escamas de la serpiente. Cuando una serpiente sin escamas se desprende, la piel es lisa; su sensación se ha comparado con la de un globo de látex.

6. No se deshidratan

Es ampliamente aceptado que una de las funciones de las escamas de los reptiles es retener la humedad. Si es así, cabría esperar que las serpientes sin escamas se deshidrataran más fácilmente porque no tienen ese método de retención de la humedad. Sin embargo, la ciencia ha refutado esa suposición.

Una investigación realizada por el Departamento de Zoología de la Universidad de California en Berkeley comparó la pérdida de agua en la piel entre las serpientes sin escamas y las normales.   Los resultados mostraron que las serpientes sin escamas perdían la humedad de la piel a un ritmo igual o inferior al de las serpientes normales. En otras palabras, a pesar de no tener escamas, las serpientes sin escamas a veces se mantenían ligeramente más hidratadas.

7. Son más vivas que las serpientes normales

serpiente de maíz sin escamas de color naranja brillante enroscada con el cuello extendido sobre fondo blanco

La coloración y los dibujos de una serpiente se deben a los pigmentos de su piel, no a sus escamas. Por ello, las serpientes sin escamas no pierden nada de su belleza. De hecho, ocurre lo contrario. Sin una capa de escamas transparentes que confunda los pigmentos de la piel, las serpientes sin escamas suelen ser más vibrantes que las serpientes normales: sus dibujos son más claros y sus colores más brillantes.

8. Pueden -o no- ser más vulnerables

La protección es una de las funciones más conocidas de las escamas en los reptiles, a las que se refiere como una especie de armadura corporal. Entonces, ¿significa eso que una serpiente sin escamas es más vulnerable? Tal vez, pero tal vez no.

Basándose en esa suposición, los criadores en cautividad aconsejan no alimentar a las serpientes sin escamas con presas vivas, por si éstas intentan morder o arañar a la serpiente. Sin embargo, cuando se examinaron numerosas serpientes sin escamas capturadas en la naturaleza, no presentaban mayores cicatrices que las serpientes con escamas de la misma región. Esto pone en duda si la falta de escamas significa realmente que estas serpientes son más vulnerables.

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