Las llamas son conocidas como los extravagantes animales de cuello largo que escupen notoriamente y ocasionalmente tararean. A menudo se confunden con las alpacas, sus parientes cercanos, ya que ambas pertenecen al grupo de los camélidos, que también incluye a los camellos, los guanacos y las vicuñas. Originarias de las montañas de Sudamérica, las llamas (conocidas científicamente y de forma algo cómica como Lama glama) se importaron por primera vez a EE.UU. a finales del siglo XIX para exhibirlas como rarezas en los zoológicos. En la actualidad, hay más de 170.000 llamas en EE.UU. y Canadá, según el Registro Internacional de Llamas. Aprende más sobre estas peculiares criaturas y lo que las hace tan buenos animales de terapia.
Tabla de contenidos
1. Las llamas se han utilizado como animales de carga durante siglos
Los nativos de la cordillera de los Andes han ensillado históricamente a estos animales (en su mayoría dispuestos) para trasladar mercancías por el extenuante terreno de la zona. Transportando cargas de hasta 75 libras, las llamas pueden recorrer hasta 20 millas al día. A veces, cientos de ellas forman trenes de carga, transportando eficazmente artículos en masa.
En ocasiones, cuando se pone a prueba su paciencia, se tumban o se niegan a moverse. (¿Has oído alguna vez la frase «terco como una mula»?) Los animales irritados también pueden sisear, escupir o patear hasta que se aligere su carga.
2. Muestran disgusto
Cuando se enfadan, las llamas pueden actuar de forma agresiva. A menudo escupen para establecer el orden de picoteo dentro de su rebaño o para ahuyentar a un pretendiente no deseado. Su saliva a veces es verde, resultado de la comida a medio digerir, y puede ser lanzada a tres metros o más, pero no te preocupes: rara vez escupen a los humanos. Las llamas también patean, muerden o embisten si se sienten amenazadas.
3. Se diferencian de las alpacas
Aunque su aspecto es muy similar al de las alpacas, hay muchas diferencias sutiles entre ambas. Por ejemplo, las llamas tienden a ser más altas y a pesar más que las alpacas: las primeras miden un metro y medio a la altura del hombro y pesan entre 280 y 350 libras, mientras que las segundas miden un metro y medio a la altura del hombro y pesan entre 120 y 145 libras. Las llamas también tienen orejas largas y en forma de plátano, mientras que las alpacas tienen orejas cortas y en forma de pera. Las caras de las llamas son largas, mientras que las de las alpacas son cortas y romas, lo que les da un aspecto aplastado. A nivel de personalidad, las llamas son más independientes que las alpacas, que prefieren estar rodeadas de su rebaño.
4. Se comunican zumbando
Las llamas son especialmente independientes.
Las llamas son especialmente vocales. Las madres suelen tararear para comunicarse con sus crías, llamadas crias, que acaban aprendiendo a reconocer a sus madres de este modo, según la Asociación de Llamas de Michigan. También hacen este ruido cuando están ansiosas, cansadas, incómodas, excitadas o simplemente curiosas. Además del zumbido, las llamas hacen un ruido único de gárgaras -llamado «orgle»- cuando se están apareando. Las llamas hembras a veces hacen ruidos de chasquidos.
5. Son buenos animales de guardia
A veces se recurre a las llamas para tareas de protección. Los granjeros las utilizan a menudo para vigilar rebaños de animales pequeños, como ovejas, cabras e incluso alpacas, ya que se sabe que ahuyentan audazmente a depredadores como los coyotes. Siempre en alerta, estos protectores también suelen ser amistosos con sus rebaños. A veces incluso «adoptan» ganado más pequeño como su rebaño personal, dice la Asociación de Llamas de Michigan.
6. Podrían ayudar a prevenir la gripe algún día
Los investigadores están trabajando para crear una vacuna universal contra la gripe que sea eficaz contra todas las cepas del virus, y las llamas están desempeñando un papel importante en la investigación. Los científicos han desarrollado un aerosol nasal derivado de varios anticuerpos de llama que funciona dirigiéndose a muchas cepas de la gripe a la vez. Si alguna vez se aprueba, podría sustituir la necesidad de una vacuna anual contra la gripe.
7. Las llamas se utilizan como animales de terapia
Al igual que los labradores y los caballos en miniatura, las llamas tienen un aura tranquilizadora. Pueden ser entrenadas como consoladoras profesionales, trabajando como animales de terapia en hospitales, escuelas y residencias de ancianos. Una de las llamas de terapia más conocidas es Rojo, de Mtn Peaks Therapy Llamas & Alpacas, cerca de Portland, Oregón. Fue objeto de dos libros para niños y tuvo muchas apariciones en los medios de comunicación antes de fallecer a los 17 años.
8. Son fáciles de guardar
No hace falta mucho para hacer feliz a una llama. Las llamas y las alpacas necesitan menos tierra y comida que muchos otros animales de granja: dependiendo de la calidad de los pastos, basta con un acre de tierra para mantener a cuatro llamas (o hasta 10 alpacas). Las vacas, en cambio, necesitan unos dos acres cada una. A diferencia de otros animales que pueden destruir los pastos cuando pastan, las llamas y las alpacas recortan la hierba en lugar de arrancarla de raíz. También caminan con suavidad sobre la tierra en lugar de hacer surcos o hendiduras con sus patas.