Cómo viajar de forma frugal

Con el enfoque adecuado, ver el mundo no tiene por qué costar una fortuna.

Hubo un tiempo en que viajar era un lujo reservado a los ricos, pero los tiempos han cambiado. Ahora es posible ver el mundo sin arruinarse. Deja que la frugalidad marque tus planes de viaje la próxima vez. Aquí tienes algunos consejos para hacerlo.

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Selecciona cuidadosamente tu destino.

Desde el punto de vista de la frugalidad, siempre es sensato visitar un lugar en su temporada baja, y también en la tuya, es decir, no cuando todo el mundo está de vacaciones. Los costes de los vuelos y el alojamiento serán más bajos, un pequeño precio a pagar por un tiempo menos que perfecto.También puedes optar por quedarte en la localidad, en tu zona, provincia/estado o país. Hay mucho que ver en el propio patio trasero.

Busca vuelos.

Comprueba todos los aeropuertos vecinos, tanto los cercanos a tu casa como los de tu destino. A veces los aeropuertos más pequeños tienen vuelos más baratos. Considera la posibilidad de realizar vuelos de conexión, que pueden abaratar mucho el precio. (¡A nadie le gustan las conexiones!)

Busca en sitios como Expedia y Kayak los mejores precios. Sigue buscando si no te gusta lo que ves. Este proceso puede llevar días de búsqueda incesante. Cambia tus combinaciones de fechas y evita los fines de semana, que suelen ser más caros. Los precios óptimos se dan alrededor de las 8 semanas anteriores a la salida.

Evita pagar por las mejoras. El coste de unos centímetros más de espacio no merece la pena.

Busca un transporte alternativo.

Mira si puedes evitar los aviones, lo que es mejor para el medio ambiente. Busca horarios de tren, autobús y ferry. Aunque tardarás más en llegar a algún sitio, podrás ahorrar dinero en alojamiento y ver más del paisaje. Un sitio divertido que puedes consultar es Roma 2 Río, que tiene muchas ideas sobre formas alternativas de llegar a los lugares.

Una vez que llegues, averigua cuál es la mejor manera de desplazarte. ¿Puedes alquilar una bicicleta o comprar un pase de transporte público? El alquiler de coches suele ser muy caro, además de la gasolina y el seguro.

Considera el alojamiento.

Los hoteles cuestan demasiado para utilizarlos de forma habitual, pero si tienes que utilizar uno, busca en un sitio como Hotwire la mejor oferta. Pide sugerencias de hoteles a tus contactos locales, si los tienes. Así lo hice hace poco en Jerusalén, y acabé en un encantador y pintoresco albergue propiedad de una familia palestina que agradeció mucho la referencia.

Mi planteamiento es siempre tratar de permanecer el mayor tiempo posible en un solo lugar. Así, puedes alquilar un apartamento o una casa a través de un sitio web como Airbnb o Trip Advisor. Esto probablemente te dará un lugar para preparar la comida, lo que supone un gran ahorro de dinero.

Investiga los sitios de intercambio de casas, como Intercambio de casas, especialmente si vas a viajar en familia durante un periodo de tiempo más largo. Pregunta a los amigos que puedan conocer a gente en el país que vas a visitar. ¿Tiene alguien un espacio que puedas alquilar? Utiliza esos contactos personales en tu beneficio.

¿Has pensado en acampar? Es, con diferencia, la forma más barata de dormir lejos de casa, aunque tendrás que viajar con algo de equipaje extra. Llévate una tienda de campaña y un saco de dormir. Visita Campsited para obtener grandes recursos sobre acampadas en toda Inglaterra, Escocia e Irlanda.

Lee la letra pequeña.

Esto puede sonar redundante, pero las páginas web de algunas aerolíneas son muy confusas, lo que puede dar lugar a costes elevados. Una vez me quemé en un vuelo de RyanAir cuando no me di cuenta de que tenía que indicar mi equipaje de mano al facturar con antelación. Supuse que lo solucionaría en el aeropuerto. Lo que ocurrió fue una enorme multa de 90 euros por maleta. Tenía tres maletas. No hace falta decir que aprendí la lección. La aerolínea de bajo coste acabó costándome más de lo que me habría costado un vuelo de Air Italia, con franquicias de equipaje más generosas.

Viajar con comida.

Lleva toda la comida que puedas. Asegúrate de que tienes cubiertos los tentempiés y las bebidas hasta que llegues a tu destino. No querrás comprar comida en el aeropuerto, donde el sobreprecio es desorbitado. Siempre que viajo con mi marido, se lleva docenas de bolsas preconfeccionadas con carne seca, bayas y frutos secos para picar, de modo que no tenga que comprar comida cada vez que le entre hambre en un país extranjero. Es una estrategia inteligente.

Compra un filtro de agua.

Consigue un pequeño filtro de agua portátil y llévate una botella de agua de buen tamaño. Esto te librará de tener que comprar botellas de agua de plástico desechables sobre la marcha; es mejor para el medio ambiente y para tu cartera.

Compra un buen calzado.

Selecciona cuidadosamente tus zapatos de viaje. Deben ser cómodos, prácticos y compatibles con varios conjuntos. Esto es clave, porque si tus zapatos te duelen o no te gustan, caminar grandes distancias será problemático y estarás más inclinado a gastar dinero en costosas tarifas de taxi.

Compra una báscula de equipaje.

Una báscula de equipaje no es cara y puede ahorrarte toneladas de dinero en tasas por sobrepeso, especialmente si no eres un minimalista viajero.

Prepárate para comer de forma sencilla.

No tienes que comer en restaurantes de lujo para conocer la cocina de un país. Ve a un mercado o a una tienda de comestibles. Quédate con los ingredientes básicos y prepáralos para las comidas al aire libre. Mantén las comidas en restaurantes en un mínimo absoluto, tal vez un evento especial para marcar el final de tu viaje.

Aprende a jugar con la moneda.

Conoce de antemano los tipos de cambio de varias cosas, por ejemplo, alimentos básicos, tarifas de taxi, propinas, etc. Busca los mejores tipos de cambio. Puede ser en un cajero automático, en una oficina de cambio o en tu banco habitual antes del viaje. Cuando encuentres un buen tipo de cambio, saca mucho dinero en efectivo para no tener que volver a pagar las comisiones durante un tiempo. Sólo asegúrate de guardarlo bien, repartido en tu equipaje y en tu cuerpo.

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