¿Cómo pueden los padres tener una rutina matutina satisfactoria?

Los siguientes consejos te ayudarán a encontrar la calma y el ritual en medio del caos de la vida con niños pequeños.

Si eres padre o madre de niños pequeños, puede que te rasques la cabeza al leer el título de este artículo, preguntándote: ¿Qué rutina matutina? La vida con niños pequeños suele ser ruidosa, caótica e imprevisible, con demasiadas cosas que hacer en muy poco tiempo. ¿Cómo se puede pensar en crear una rutina agradable a partir de eso?

Lo comprendo porque yo también estoy en el ajo. Tengo niños pequeños que se pasean por la casa desde el amanecer, eliminando la necesidad de una alarma, y llenando la casa con sus canciones y peleas. Aportan alegría y energía, pero las mañanas pueden ser duras. Cuando me di cuenta de que temía las mañanas, supe que algo tenía que cambiar.

Entonces empecé a leer un sitio web llamado Mi rutina matutina, que publica una nueva rutina detallada cada semana. Dependiendo de tus intereses, puede parecer un material de lectura dolorosamente aburrido, pero a mí me encanta. Me atrajeron especialmente las rutinas matutinas de los padres de niños pequeños, cuya tarea -cuando te paras a pensarlo- es gigantesca. No sólo tienen que prepararse ellos mismos para el día, sino que también tienen que preparar a otros múltiples seres humanos para enfrentarse al mundo, al tiempo que los llevan a todos a tiempo a sus distintos destinos, cada día.

Entonces, ¿cuál es su secreto? ¿Cómo se las arreglan los padres de niños pequeños para empezar sus días con éxito? Me he dado cuenta de algunas prácticas comunes entre los padres que mantienen una agenda de trabajo muy apretada a la vez que crían a varios niños y, sin embargo, no parecen abrumados por ello.

Tabla de contenidos

1. Se levantan antes que sus hijos.

Cuando se trata de empezar el día con ventaja, todo ayuda. Tanto si te levantas de la cama dos horas antes que los niños como si te da tiempo a darte una ducha de cinco minutos o a prepararte un café, ir un paso por delante de ellos marca toda la diferencia del mundo. Puede parecer doloroso al principio, pero hablo por experiencia personal cuando digo que se ha convertido en mi momento favorito del día.

2. Se acuestan temprano.

Los padres de niños pequeños se dan cuenta de que no existe la posibilidad de dormir hasta tarde, así que hay que aprovecharla mientras se pueda; irse a la cama temprano suele ser la forma más fácil de hacerlo. Es raro leer una rutina en la que el padre se acueste después de las 11:00. La mayoría parece acostarse entre las 9:30 y las 10.

3. Empiezan su rutina matutina la noche anterior.

Las pequeñas tareas realizadas con antelación pueden hacer que la mañana vaya mucho más fluida. Preparar la ropa de los niños, ducharse antes de acostarse para no tener que hacerlo por la mañana, preparar los almuerzos la noche anterior, repasar el plan del día con antelación… todas estas acciones favorecen una mañana menos caótica.

4. Priorizan el ejercicio.

Muchos de los padres sacan tiempo para hacer ejercicio a primera hora del día. Algunos van a las 5 ó 6 de la mañana, antes de que sus hijos se levanten, o salen en cuanto los niños se van a la guardería o al colegio. Prefieren mantener las horas después de la escuela y por la noche para hacer los deberes, las actividades extraescolares, los compromisos sociales y la hora de comer en familia. A veces el ejercicio adopta la forma de un paseo matutino con el bebé o el niño pequeño, que tiene la ventaja adicional de preparar al pequeño para su primera siesta del día.

5. Guardan sus teléfonos.

Por muy ajetreada que sea su vida laboral, estos padres se centran en sus hijos durante la hora que están juntos por las mañanas. Comprobar el correo electrónico y atender las llamadas puede ocurrir antes de que los niños se despierten o después de que se hayan ido al colegio, pero el desayuno familiar no es el momento para ello. Como observaron los fundadores de Mi Rutina Matutina en el desayuno,

«No crecimos con nuestros padres mirando constantemente a rectángulos brillantes e iluminados a los que se aferraban con fuerza de diamante en todo momento, así que nos resulta difícil apreciar de verdad lo descorazonador que puede ser para los niños, de vez en cuando, sentir que son el segundo plato de una fusión de metal y cristal.»

6. Esperan que los niños colaboren.

Este es un consejo personal: cuanto más autosuficientes sean tus hijos por la mañana, más fácil será todo. Coloca los alimentos del desayuno a su altura en la alacena y la nevera para que puedan servirse ellos mismos. Enséñales a vestirse, hacer la cama y cepillarse los dientes de forma autónoma. Enséñales a freír huevos y hacer tostadas, a preparar los almuerzos y a ir solos al colegio. Cada una de estas tareas es una carga que se quita de encima el padre, lo que le libera para centrarse en otras cosas, y una valiosa lección de fomento de la confianza para el niño.

7. Disfrutan del paseo.

En lugar de ver a los niños como un impedimento para una rutina matutina eficiente, los padres matutinos con éxito aceptan el caos y la curiosidad que conlleva tener gente pequeña en casa. Ven esas primeras horas de la mañana como una distracción bienvenida de la vida adulta y entienden que lo mejor es dejarse llevar por la corriente. Lo profesional y la productividad volverán a estar en primer plano a las 9 de la mañana y esos mimos mañaneros serán un lejano y cálido recuerdo.

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