Los cerdos panzudos tienen personalidades individuales, pero al principio a muchas crías de cerdo (llamadas cerditos) no les gusta que las cojan o las toquen. Por lo general, los cerditos bebé crecen y disfrutan estando cerca de las personas con las que se vinculan. Al principio, los cerditos pueden ser bastante distantes o temerosos, especialmente si no han sido bien socializados por su criador.
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Socialización y adiestramiento de los cerditos panzudos
Incluso los cerdos panzudos bien socializados pueden tardar en aprender a confiar en sus dueños. Cuando lleves un cerdo bebé a casa, primero tienes que ganarte su confianza para que acepte que lo manipules. A continuación, trabaja en el adiestramiento de comportamientos básicos (como caminar con correa y adiestramiento en casa). También debes aprender a sujetar a tu cerdo barrigón para que pueda recibir los cuidados médicos y de aseo necesarios. Aunque la mayoría de los cerdos superan rápidamente su aversión a que los cojan, merece la pena acostumbrarlos a que los cojan, ya que estarán más dispuestos a ser manipulados y sujetados si están acostumbrados a que los lleven en brazos.
El refuerzo positivo es la clave del éxito con la mayoría de los animales domésticos, incluidos los cerdos panzudos. No responden bien a la fuerza o al castigo. Para un cerdo, el tipo de refuerzo positivo más obvio es la comida. La mayoría de los cerdos estarán encantados de trabajar a cambio de pequeñas golosinas, como pasas, pequeños trozos de manzana u otra fruta, o incluso trozos de sus raciones habituales. Cuando intentes domesticar a un cerdito testarudo, puede que incluso quieras darle de comer a mano toda su comida, ya que el camino más rápido al corazón de un cerdo es a través de su estómago. La obesidad es un problema común, así que mantén los alimentos de regalo al mínimo y asegúrate de no sobrealimentar a tu cerdo durante el adiestramiento.
Cómo establecer un vínculo con un nuevo cerdo panzón
Cuando lleves a tu nuevo cerdito a casa, probablemente estará muy nervioso y asustado. Ten paciencia. Deberás mantener a tu cerdo en un área pequeña y confinada hasta que se sienta más cómodo en su nuevo hogar. Deja que tu cerdo explore; cuando parezca menos aprensivo, intenta que se acerque a ti tentándolo con comida. Siéntate en el suelo con tu cerdo y ofrécele un poco de comida (en el caso de los lechones, probablemente sea mejor utilizar su comida habitual para la mayor parte del adiestramiento) para atraerlo. Al principio, es posible que tengas que poner la comida en el suelo delante de ti y, poco a poco, ir aumentando hasta que tu cerdito coja la comida de tu mano. Hazlo repetidamente a lo largo de los primeros días en casa. Haz que todos los miembros de la familia tengan un turno para que el cerdito pueda establecer un vínculo con todos los miembros de la familia.
Una vez que tu cerdito se sienta cómodo estando cerca de ti y cogiendo la comida de tu mano, puedes acercarte y tratar de rascarle suavemente bajo la barbilla o a lo largo de sus costados. Muévete despacio y habla con calma y suavidad a tu cerdo. Recuerda darle golosinas mientras haces esto y tu cerdito acabará dándose cuenta de que es una experiencia agradable. Muévete a un ritmo con el que tu cerdito se sienta cómodo. Si se resiste a ser rascado o acariciado, retrocede un poco hasta que lo acepte mejor.
Hay una delgada línea entre pasar suficiente tiempo con tu cerdito y pasar demasiado tiempo con él. Aunque querrás conocer a tu cerdito y ganarte su confianza, también deberás asegurarte de no prodigarle demasiadas atenciones o llegará a esperarlas todo el tiempo. Lo mismo ocurre con el uso de la comida como herramienta de adiestramiento. Además de ofrecer a tu cerdo comida, asegúrate de pasar tiempo con él sin darle golosinas. De lo contrario, puede empezar a esperar o exigir comida constantemente. Mantén las sesiones de vinculación y adiestramiento cortas y regulares, con pausas para que tu cerdito tenga tiempo de descansar y desarrolle también la capacidad de entretenerse un poco.
Cómo recoger a un cerdito panzón
En general, a los cerdos no les gusta que los cojan o los levanten. Cuando un cerdo se siente amenazado, chilla con fuerza. Aunque intentes coger a un cerdito para abrazarlo, el cerdito se asustará y chillará. Con el tiempo, tu cerdito establecerá un vínculo contigo y acabará confiando en que no le vas a hacer daño.
Una vez que tu cerdo se haya acostumbrado a que lo manipules y lo rasques, intenta atraerlo para que se siente en tu regazo. Si tu cerdito tiene una manta favorita, puedes ponerla en tu regazo y animar a tu cerdito a tumbarse en él. Una vez que tu cerdo se suba a tu regazo por voluntad propia, pasa gradualmente de acariciar su cuerpo a rodearlo suavemente con tus brazos. Entonces empieza a aplicar una suave presión con tus brazos mientras sostienes a tu cerdo. Querrás acunar a tu cerdito con suavidad pero con firmeza. Sujétalo contra tu cuerpo para que se sienta seguro. Continúa acariciando, hablando suavemente a tu cerdito y dándole golosinas (tener un ayudante que le dé golosinas mientras intentas acunar a tu cerdo funciona bien). Cuando tu cerdo se sienta bien acunado, intenta levantarlo un poco. Si chilla o grita durante más de tres segundos, retrocede y trabaja para sostenerlo durante más tiempo. Hazlo lentamente y sé persistente. Ofrece golosinas y distrae a tu cerdo mientras lo levantas. Repite este proceso tres veces al día hasta que a tu cerdo le parezca bien que lo cojan.
Enseñar a un cerdito a ser cogido puede ser difícil, ya que requiere enseñarle algo que naturalmente no le gusta hacer. Si tienes paciencia y recuerdas que el adiestramiento es un proceso gradual, tú y tu cerdito seréis más felices al final.