No hay nada como la relajante sensación de poner los pies junto a un fuego cálido y crepitante, especialmente durante los fríos meses de invierno. Pero si alguna vez has tenido que lidiar con la leña, sabrás lo importante que es su preparación para pasar una noche fácil y segura junto a las llamas.
Hay varios pasos básicos que debes seguir a la hora de apilar la leña para asegurarte de que los troncos duren mucho tiempo y todo se mantenga seguro.
1. Mantén la leña alejada del suelo
Si puedes colocar una base con un material más resistente a la intemperie, puede ayudar a prolongar la vida de la leña que apiles, especialmente de los trozos más grandes que estarán más tiempo en el fondo. Esto ayudará a mantener la leña seca y quemable durante mucho más tiempo. En general, encontrar un lugar seco y soleado para tu pila te servirá de mucho.
2. Exponer los lados cortados al aire y al sol
Una pila de leña adecuada proporciona la ventilación apropiada para ayudar a prevenir el moho y los hongos. Si te aseguras de que los lados cortados están orientados al sol y reciben mucho aire, la vida de tu pila será mucho más larga.
3. Utiliza sujetalibros para estabilizar la madera apilada
Cuando empieces a apilar, aparta un montón de troncos de tamaño similar para colocarlos en capas y hacer sujetalibros. Sirven como torres de apoyo a la estructura general de la pila, especialmente cuando las piezas se desplazan con el tiempo. Decide la longitud y la altura que quieres que tenga tu pila. A ambos lados de la zona de la pila, construye las torres utilizando dos o tres trozos de leña por capa. En cada capa, los trozos de leña deben ser paralelos. Cuando construyas una nueva capa encima, asegúrate de que los nuevos trozos sean perpendiculares a los de la capa inferior. Debe parecer que tienes una pila de Lincoln Logs en cada lado.
4. Mantén la madera apilada lejos de tu casa para evitar la infestación de termitas
Este es un consejo fácil de hacer pero también fácil de olvidar hasta que lo aprendes por las malas. Cuando decidas dónde vas a apilar la leña, asegúrate de que el lugar está lo suficientemente alejado de tu casa para que las termitas o los bichos a los que les gusta la madera no se metan en tu casa. Esto puede ahorrarte mucho tiempo y dinero, y también evitar que te moleste la leña.
5. Apila la leña en paralelo y lo más cerca posible
<¡
Ya tienes una ubicación, una base y unos sujetalibros, así que ahora es el momento de apilar! Es bastante sencillo, pero hay que recordar algunas cosas clave. En primer lugar, asegúrate de poner las piezas más grandes en la parte inferior y ve subiendo a partir de ahí. Esto ayudará a la estabilidad. Después, asegúrate de que la madera se apila en paralelo y cerca una de otra en cada capa. Y a medida que vayas haciendo cada capa, la leña debería empezar a ajustarse de forma natural a la capa superior. Mantén las piezas de cada capa cerca, pero evita las líneas verticales de madera apilada directamente una sobre otra. Esto ayudará a la ventilación y hará que la pila sea más estable.
6. Coloca las piezas dobladas y nudosas en la parte superior para mantener la estabilidad de la pila
Además de construir tu pila utilizando las piezas más grandes en la parte inferior, asegúrate de mantener los troncos doblados, con formas extrañas y nudosos en la parte superior de la pila. Esto te ayudará a mantener la integridad de la pila en general y a quemar primero las piezas menos convenientes.
Así que recuerda estos pasos básicos de apilamiento y no tendrás que preocuparte la próxima vez que te apetezca coger leña para hacer deliciosos s’mores.