Mientras escribo esto, la gasolina normal está a niveles de 2008, a más de 4 dólares el galón, en California, Hawai y Alaska, y bastante cerca de eso (3,94 dólares) en las estaciones de servicio de la calle donde vivo en Connecticut. El precio de la gasolina ha subido 29 céntimos por galón desde diciembre.
El dolor en los surtidores es muy real, pero ¿podemos atribuirlo al «ecologismo radical» del presidente Obama, por utilizar la pegadiza frase de Rick Santorum? Nah. Como dijo el Washington Post, «Los lectores deberían descartar inmediatamente cualquier cosa que digan los políticos sobre los precios de la gasolina». Y eso incluye a Newt diciendo, «Si quieres tener una política energética estadounidense, no volver a inclinarte ante un rey saudí y pagar 2,50 dólares por galón, Newt Gingrich será tu candidato». Y el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, señalando que «los precios de la gasolina se han duplicado con creces desde que el presidente tomó posesión». He aquí cinco razones reales por las que los precios de los combustibles están subiendo, y la paralización del oleoducto Keystone XL por parte de Obama no está en la lista.
1. La demanda: Piensa en un balancín. La recesión redujo la demanda de petróleo, lo que redujo los precios de la gasolina. A medida que la recuperación mundial se afianza, hay más gente trabajando, y conduciendo. Quizá alguien debería explicarle esto al presidente Boehner. Este fenómeno no se refleja tanto en las estadísticas estadounidenses -porque hemos visto un descenso constante de los kilómetros recorridos por los vehículos-, pero como tendencia internacional, es un factor importante. «El aumento de la demanda de petróleo augura más dolor en los precios«, informa el Wall Street Journal. El artículo añade: «Los analistas advierten que el petróleo podría encarecerse aún más en la segunda mitad del año, ya que los suministros luchan por alcanzar la creciente demanda». Como ciudadano preocupado, lo mejor que puedes hacer al respecto es conducir menos y comprar un coche de bajo consumo o eléctrico. (No hagas caso a Gingrich cuando dice que no se puede poner un portapistolas en un Chevy Volt: en realidad sí se puede).
2. Política mundial: La perspectiva de bloqueo iraní del Estrecho de Ormuz, por el que fluye una quinta parte del petróleo mundial, ha provocado compras de pánico en Europa y Asia, y eso infla los precios. Hay mucho acaparamiento en marcha. Las sanciones impuestas por Estados Unidos significan también que la producción iraní podría disminuir en más de 300.000 barriles diarios por falta de compradores. La producción de petróleo también se ha visto interrumpida por los disturbios políticos en Sudán, Nigeria y Yemen. Teniendo en cuenta que los candidatos republicanos son, en todo caso, mucho más beligerantes con Irán que Obama (Newt: «A menos que desarmen unilateralmente todo su sistema, vamos a sustituir su régimen«), dudo que estén a favor de acabar con las sanciones para abaratar el petróleo en los mercados internacionales.
3. Especulación: Según el Comisario de Comercio de Futuros de Materias Primas, Bart Chilton, «Un estudio de Goldman Sachs del año pasado afirmaba que cada millón de barriles de longitud especulativa neta en los mercados añade hasta ocho o diez céntimos al precio del barril de crudo». Afirma que se paga un 22% a los especuladores de Wall Street antes de que se refine la gasolina, y añade que el típico repostaje de un Ford-F150 incluye 14,56 dólares pagados a los especuladores. ¡Vaya! Ninguno de los dos partidos tiene un historial estelar en cuanto a la reducción de los excesos de Wall Street, pero el Populista Económico informa de que la especulación con el petróleo por parte de fondos de cobertura con conexiones políticas -incluido uno dirigido por un importante donante de la «red de grupos de ataque de Karl Rove»- fue un factor que contribuyó a la subida del precio del petróleo en 2008. Estoy seguro de que la noticia hará que todos los candidatos republicanos renieguen de las contribuciones a la campaña de esas fuentes. Mira al comisario Chilton en este vídeo:
plataforma de vídeo gestión de vídeo soluciones de vídeo reproductor de vídeo 4. Es estacional: No es habitual que los precios se disparen a principios de año. Normalmente la subida se produce en primavera y verano, porque es cuando la gente sale de verdad a la carretera: se va de vacaciones, hace viajes por el campo o visita a sus familiares. «Es el principio del año», dijo Mike Evans, de Atlas Oil al Toledo Blade. «Todavía no estamos en la parte del año de mayor demanda. No quieres llegar a la primavera tan alto». Otra razón por la que los precios del verano son más altos es porque es cuando el smog es un gran problema, y los combustibles de combustión más limpia que hay en los surtidores son entonces más caros de producir. Así que, de nuevo, el aumento de la demanda choca con una oferta limitada y hace subir los precios. 5. Coches de bajo consumo: ¿Qué? Ya sé lo que he dicho más arriba sobre la conducción de un Volt para disminuir la demanda de petróleo, pero este es un tema muy complicado. Como los coches de 30 a 40 mpg sorben en lugar de engullir el combustible, necesitan menos gasolina, y eso ha provocado un déficit en los impuestos estatales y federales recaudados por esa gasolina para las carreteras y el transporte público. Así que, a medida que los fondos disminuyen, los estados han ido subiendo discretamente las tasas de los impuestos sobre la gasolina, según Kim Reuben, del Centro de Política Fiscal. Los impuestos estatales se acumulan: California añade 48,6 céntimos al galón, y Nueva York 49, según las cifras del Instituto Americano del Petróleo. Los coches eléctricos, por supuesto, no utilizan gasolina en absoluto, por lo que algunos estados están hablando de sistemas impositivos alternativos para ellos.
Es fácil decir a la gente en la campaña electoral que vas a traer la liberación con 2,50 dólares por galón de gasolina, pero es una promesa vacía. Los presidentes no pueden afectar a todos los factores enumerados aquí, y a muchos otros que se me escapan, que dan lugar a los altos precios del petróleo. El mejor enfoque es salir de la pesadilla de los combustibles fósiles, y por eso el parque automovilístico mundial se está electrificando. De este modo, nos conectamos a la energía producida en el país y no importa lo que ocurra en el Estrecho de Ormuz.