Nunca es fácil tener parientes famosos. Por muy lejano que sea tu parentesco con un famoso, la gente seguirá queriendo un trozo de ti. A veces, incluso literalmente.
Por eso no verás ni una foto de cierto residente de toda la vida del campus de la Universidad de Stanford, en California.
Está metido de lleno en una especie de programa de protección de testigos… para árboles. Como informa Mercury News, este ejemplar es testigo -al menos genéticamente- de uno de los árboles más influyentes de todos los tiempos: el que inspiró a Sir Isaac Newton para elaborar la teoría de la gravedad universal.
Según el grupo de conservación, «la gente ha venido a visitar el árbol y la casa solariega de Woolsthorpe desde la época de Newton. Cuando una tormenta derribó el árbol en 1820, los peregrinos acudieron a verlo tirado en el huerto. Se hicieron dibujos de él y la madera rota se utilizó para hacer cajas de rapé y pequeñas baratijas».
Si no hubiera sido por una rigurosa protección, el árbol que inspiró una revolución científica podría haber sido aventado por los innumerables aficionados arbóreos que acudían a rendirle homenaje.
Puedes ver cómo sigue prosperando hoy en día, durante todo el año, en el siguiente vídeo:
¿Pero cómo una manzana cayó tan lejos del árbol que acabó en un campus universitario de California? Bueno, incluso ese viaje está envuelto en el misterio. Como informa el Mercury News, los responsables del campus no quieren revelar cómo llegó el árbol al Nuevo Mundo.
Hay, por supuesto, muchos clones del árbol de Newton en todo el mundo. Hay un árbol que es una copia genética perfecta que crece en el Trinity College de Cambridge. Incluso hay uno que crece en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. De hecho, como señala Atlas Obscura, los descendientes y clones del Árbol de Newton «salpican los campus universitarios y los centros de investigación de todos los continentes, excepto la Antártida».
Todos ellos están estrictamente vigilados y muy bien protegidos. Excepto el árbol que se esconde a la vista en Stanford.
Lo que la escuela confirmó al Mercury News fue que sí, un descendiente del Árbol de Newton vive en el campus. Es pequeño y joven. Ya da frutos. Y nunca lo encontrarás.