Cuando intentamos convertirnos en una nación más sana, hay facciones opuestas en funcionamiento. Un grupo trabaja para manipular los alimentos para acercarse a sus propias ideas de lo que es saludable, ya sea cambiando el material genético de una semilla o aprendiendo nuevas formas de «refinar» alimentos que antes eran tóxicos. Otro grupo intenta volver a la forma en que la naturaleza hizo los alimentos, para retroceder los relojes y comer más cerca de lo que hacían nuestros antepasados. Algunos (que a menudo se denominan a sí mismos «paleo») lo llevan hasta el punto de comer como lo hacía un «hombre de las cavernas», es decir, principalmente grasas, carnes y productos agrícolas. Estos dos grupos están en lados opuestos del espectro en cuanto al tipo de alimentos que apoyan.
Mi contribución a ese debate hoy es compartir dos vídeos en los que se muestra cómo se fabrican comercialmente la mantequilla y el aceite de canola. Aunque, sí, la mantequilla se hace en máquinas comerciales enormes, el proceso se parece a lo que puedes hacer en tu propia cocina fácilmente. Pero me gustaría que intentaras hacer aceite de canola en tu cocina. ¿Realmente necesitamos consumir este aceite «sano» que fue tratado químicamente para que sea siquiera apetecible?
Mira esto:
Cómo se hace el aceite de canola:
Cómo se hace la mantequilla:
Si quieres saber más -y para tener una visión políticamente incorrecta- consulta este artículo sobre la historia del aceite de canola.