¿Cuál es tu primer instinto cuando ves una araña en tu huerto o jardín? Espero que no sea aplastarla o rociarla con un insecticida.
Aunque puede ser difícil convencer a un aracnofóbico de que extienda la alfombra de bienvenida a estas criaturas que asustan a tanta gente, las arañas son buenas en los jardines. Esto se debe a que las arañas se comen los insectos que se alimentan de las plantas y hortalizas del jardín, lo que reduce el rendimiento de las hortalizas y hace agujeros en las hojas y flores de los jardines ornamentales.
De hecho, las arañas son los depredadores terrestres más numerosos del planeta, según Rod Crawford, conservador de arácnidos del Museo Burke de Historia Natural y Cultura del campus de la Universidad de Washington en Seattle. Aparte de algunos animales de los trópicos, las arañas comen más insectos que cualquier otra criatura, más que los pájaros, los murciélagos o las hormigas, todos ellos voraces devoradores de insectos, señala Crawford.
Para los jardineros, eso significa que no necesitas deshacerte de los insectos comprando un arsenal de productos químicos o depredadores naturales como las mariquitas o las mantis religiosas. Puedes simplemente dejar que la naturaleza siga su curso y dejar que las arañas se encarguen de las tareas de control de plagas.
Más que telas para refugiarse
El truco para atraer a las arañas a tu jardín es proporcionarles cierta protección contra los elementos.
Piénsalo de esta manera: Si eres una araña diminuta de sólo tres milímetros de longitud, que te caiga una gota de lluvia puede ser un trauma, dice Crawford. Peor aún es para la araña la exposición constante al aire seco y a la luz del sol sin nada que beber. Eso puede ser mortal.
Piensa, por ejemplo, en tu huerto. Si lo has desbrozado con cuidado y tienes el suelo desnudo entre las plantas y las hileras, lo más probable es que hayas creado un hábitat que atraerá a una gran cantidad de insectos dañinos y a muy pocas arañas, si es que hay alguna, que se los coma.
Por suerte, esto es fácilmente corregible.
Una forma sencilla y eficaz de crear un hábitat para las arañas es añadir una capa suelta de mantillo, como recortes de hierba y/u hojas muertas, entre las plantas y las filas. El mejor momento para hacerlo es al principio de la temporada, cuando las arañas se están dispersando. Es una forma ecológica de deshacerse de las hojas que aún puedan estar colgando del otoño anterior. También te ahorrará la molestia de embolsarlas y llevarlas a la acera. El acolchado también ayudará a retener la humedad en el suelo y a reducir los costes de riego, especialmente durante los calurosos meses de verano.
Malezas para las arañas
Otra forma de atraer a las arañas al jardín, que según Crawford no es tan eficaz como el acolchado, pero que ayudará a invitar a las arañas al jardín, es dejar que crezcan las malas hierbas entre las plantas vegetales más altas. ¡Que no cunda el pánico! Crawford dijo que no quiere decir que debas dejar que las malas hierbas campen a sus anchas. La idea, dijo, es no arrancar las malas hierbas alrededor de algunas hortalizas, como los tomates, más adelante en la temporada. En su lugar, deja que crezcan, pero mantenlas recortadas para que estén por debajo del nivel de las plantas hortícolas. Este método de gestión controlada de las malas hierbas proporcionará sombra y protección que favorecerá el aumento de la población de arañas.
También puedes dejar una maceta de lado en el jardín. Creará un microhábitat protegido para que las arañas construyan telas y atrapen una comida desprevenida.
Estos mismos métodos para crear un hábitat para las arañas también funcionan eficazmente en los jardines ornamentales.
Inténtalo y dale un hogar a las arañas. Aunque te den escalofríos, te están haciendo un favor, si puedes superar el instinto de aplastarlas o rociarlas con un insecticida.