Su nombre científico es Prunus serrulata. Es una planta caducifolia.
El árbol de cerezo es nativo de la China, pero se ha hecho muy popular en Japón donde se ha convertido en un objeto ornamental muy hermoso. El bonsái de cerezo es uno de los más apreciados por los fanáticos de este arte.
Con los mejores cuidados, los nutrientes adecuados y una poda hábil y otras técnicas, podrás crear árboles de cerezo de bonsái a partir de árboles regulares.
Tabla de contenidos
Características
A continuación, las características más importantes de esta especie:
- En el mercado podemos encontrar una gran variedad de árboles de cerezo o sakura los cuales son: La Kanzan, La Amanogawa y La Kiku Shidare Zacura.
- Como dato curioso se dice que, en el siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial, Japón ofreció a los Estados Unidos árboles bonsái de cerezo como un símbolo de amistad.
- Los bonsáis de cerezo son también una posesión muy apreciada. La realeza de Kioto los convirtió en adornos ornamentales, muy característicos de su dinastía.
- La mayor concentración de especies parece estar en el este de Asia.
- Los árboles de bonsái de cerezo tienen un crecimiento atrofiado, por lo que se asemejan a un árbol de tamaño completo, pero en una forma mucho más pequeña.
- Las plantas de bonsái de cerezo están entre las más apreciadas y favorecidas por sus hermosos brotes florales.
- Las hojas del árbol de sakura o de cerezo son redondas y muy nervadas.
- La corteza del árbol tiene un tono rojizo muy oscuro, con una superficie dura.
- Las hojas tienen un color rojizo cuando están brotando y luego cambian a un verde vivo.
- Necesitan el frío del invierno para poder florecer en primavera.
Cuidados especiales
Los árboles de bonsái de cereza requieren un suelo especial para una salud óptima. Para este se requiere una combinación de 70% de Akadama y 30% de Kiryzuma.
Para un mejor drenaje de este bonsái es recomendable utilizar una maceta grande y espaciosa.
Los bonsáis de cerezo son perfectos para aquellos que desean tener una planta en interior. A estos árboles les agrada el calor por lo que debes esporádicamente cambiarles de lugar para que puedan aprovechar los rayos del sol.
El riego excesivo es un problema que debes evitar. Asegúrate de que el suelo esté húmedo, pero no empapado. Esto para evitar que las raíces se dañen y la planta muera. A los cerezos bonsái no les gusta el agua del grifo, ellos prefieren el agua destilada.
El abono para esta planta se recomienda que sea con un fertilizante líquido. Preferiblemente aplicarlo a finales del verano.
El trasplante se debe hacer cada dos años a principios o mediados de la primavera. Al ser un árbol tropical, puede beneficiarse del calor durante el trasplante.
Las plagas más frecuentes que puede padecer el bonsái de cerezo son los pulgones, las cochinillas y los ácaros. Para evitar estos insectos trata el árbol cada mes con un insecticida no tóxico en aerosol. Asegúrate de no aplicarlo cuando la tierra esté seca.
Ten presente que el riego, la alimentación y la luz adecuada contribuyen a la salud de los bonsáis y pueden ayudar a mantener alejado cualquier problema de salud potencial para tu planta.
Como podar un Bonsái de Cereza
En cuanto a su poda este árbol se presta para la mayoría de los estilos de bonsái. El cerezo es un árbol de crecimiento vigoroso y por lo tanto puede soportar ser podado agresivamente.
Hay que cortar las puntas de los brotes en verano. Y aprovechar el invierno para eliminar las ramas que estén muertas, rotas y muy débiles. Esto promoverá una nueva floración.