A estas alturas, es imposible negar la importancia que tiene la innovación en materias como el medioambiente, la economía, la sanidad, la educación o la agricultura, entre muchas otras. Innovar, y lo más importante, invertir en innovación, es sinónimo de progreso, adaptación y crecimiento.
Por eso, en 2017 Ecoembes decidió crear TheCircularLab, el primer centro de innovación sobre economía circular creado en Europa. TheCircularLab estudia, concibe, prueba y aplica en un entorno real, y en colaboración con más de 200 start-ups, empresas, centros tecnológicos, administraciones públicas, universidades y ciudadanos, las mejores prácticas en todas las fases del ciclo de vida de los envases, desde su concepción hasta su reintroducción en el ciclo de consumo a través de nuevos productos.
Además, desde la línea de emprendimiento y aceleradora de start-ups, TheCircularLab genera una importante actividad económica gracias al ecosistema de la economía circular.
Proyectos de TheCircularLab
Actualmente, este centro ubicado en Logroño está trabajando en más de 150 proyectos de innovación que buscan mejorar la vida de las personas, cuidar el medioambiente y trabajar por conseguir entornos socialmente responsables.
Entre ellos, cabe destacar Reciclaje 5.0, un proyecto que investiga sobre nuevas alternativas para movilizar al ciudadano en materia de reciclaje, utilizando la tecnología. En concreto, su objetivo es probar cómo la tecnología puede ayudar al ciudadano a reciclar más y mejor y hacerlo a través de incentivos.
SmartWaste es otro de los proyectos más relevantes. Es una plataforma de gestión inteligente de los procesos de recogida, selección y reciclado de envases, creada en colaboración con Minsait. Su objetivo es avanzar en la implantación de un modelo efectivo de ciudad inteligente a partir de una herramienta de recogida de datos capaz de ampliar el conocimiento en torno al impacto de la gestión de residuos.
Por su parte, Pack CD es una herramienta innovadora en la que se está trabajando, que permitirá a las empresas medir el impacto ambiental de los envases. Por último, no podemos obviar la creación de un plástico a partir de residuos vegetales que se puede reciclar, compostar y biodegradar en el entorno marino. El material es biobasado –es decir, se obtiene a partir de residuos vegetales como mondas de patatas o cualquier otro desperdicio vegetal, en lugar de petróleo– y se presenta dentro de la apuesta para que los envases del futuro sean cada vez más sostenibles.
Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes, señaló que “debemos dejar atrás la filosofía del producir, usar y tirar para adentrarnos en el nuevo paradigma de la economía circular y poder, así, ser capaces de responder a desafíos ambientales como el cambio climático, la contaminación o el uso eficiente de la energía. Porque no tenemos un planeta B”.
Proyectos de esta magnitud requieren la colaboración de emprendedores y profesionales en el sector de la economía circular y el reciclaje de envases. Son precisamente los municipios riojanos y de otras comunidades autónomas los que actúan como campo de prueba en la investigación de conceptos como el envase del futuro; la gestión inteligente de los residuos en las smart cities; el consumo responsable o el desarrollo de nuevas técnicas y procesos susceptibles de mejorar el reciclaje de cara al ciudadano.
En este sentido, el centro cuenta con una aceleradora de start-ups que tan solo en dos años ha evaluado a más de 250 empresas emergentes procedentes de los cinco continentes y asistido a 26 de ellas. También existen programas internos de emprendimiento, tales como Circular Design Sprint (con más de 400 participantes) y los Summer Bootcamps, que se organizan in situ, y trabaja con empresas como Uxer, Blue Room o Pixelabs, entre otras.