Portugal cerró su última planta de carbón que quedaba durante el fin de semana, poniendo fin al uso del material contaminante para la generación de electricidad. Se convierte en el cuarto país de la Unión Europea en hacerlo.
El grupo ambientalista Zero dijo en un comunicado que la planta de Pego en el centro de Portugal había sido el segundo mayor emisor de dióxido de carbono del país, y agregó que «liberarnos de la mayor fuente de gases de efecto invernadero fue un día trascendental para Portugal».
Aunque la licencia para la central eléctrica está técnicamente vigente hasta fin de mes, su stock final de carbón se agotó el viernes. Eso hizo del sábado el primer día que se produjo electricidad en el país sin el uso de carbón.
La medida se produce nueve años antes del fin previsto de Portugal del uso de combustibles fósiles para 2030. El proceso comenzó en 2017 cuando el país firmó una declaración para salir del uso de carbón en la COP23.
Bélgica, Austria y Suecia son los otros tres países europeos que ya han dejado de utilizar carbón para la generación de energía.
Aunque entre el 60 y el 70 por ciento de su electricidad proviene de fuentes renovables, Portugal todavía depende en gran medida de los combustibles fósiles importados para satisfacer las necesidades energéticas generales.
La salida de Portugal del carbón se produce después de que la Comisión Europea anunciara que sería demandar al país por no tomar medidas sobre la mala calidad del aire.
Una conversión preocupante
A pesar del cambio temprano a la energía sin carbón, existe la preocupación de que la planta de Pego, administrada por el grupo privado Tejo Energia, pueda convertirse ahora para quemar pellets de madera.
«El desafío ahora es garantizar que las empresas de servicios públicos no cometan el error de reemplazar el carbón con gas fósil o biomasa insostenible», dijo Kathrin Gutmann, directora de campaña de Europe Beyond Coal.
«Dejar el carbón solo para cambiar al siguiente peor combustible claramente no es una respuesta», dijo el presidente de Zero, Francisco Ferreira. «En cambio, el enfoque debería estar en aumentar rápidamente nuestra capacidad de energía renovable en energía eólica y solar».
Un borrador de documento visto por Reuters en junio mostró que la UE estaba considerando endurecer las reglas sobre si la energía de combustión de madera podría clasificarse como renovable.