Los perros han seguido a sus humanos desde que el primer lobo se convirtió en una mascota domesticada. Entonces significaba supervivencia, seguridad y comunidad, y no ha cambiado mucho desde el punto de vista del perro. Tu perro quiere ir a donde tú vayas porque los perros son animales de manada y tú eres su manada. Te quiere y confía en ti. La mayoría de las veces, este comportamiento es bienvenido y entrañable, pero hay algunos casos en los que puede ser una señal de problemas con tu mascota familiar.
Si ves que tu perro hace esto excesivamente, o si va acompañado de otro comportamiento problemático, podría haber problemas subyacentes. Esto podría ser especialmente cierto si tu perro es nuevo en la familia, tiene un historial de abuso o negligencia, o tiene miedo de algo en su entorno. Si esta acción persiste y se interpone en la forma en que tu perro come, sale al exterior o se relaciona con otros miembros de la familia, puede ser el momento de buscar ayuda.
Por lo general, un poco de adiestramiento, técnicas de tranquilización o terapia conductual pueden ayudar a aliviar a tu perro en un corto periodo de tiempo. Una vez que sepan que están en un entorno seguro y fiable y que no se quedarán atrás de forma permanente, la mayoría de los perros se relajarán y abandonarán la necesidad de seguir todos tus movimientos.
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Por qué los perros siguen a sus humanos
Hay muchas razones por las que los perros siguen a sus humanos y la mayoría son muy comunes y benignas. Muchas veces, es simplemente por lealtad y por el vínculo familiar que se crea con su humano, porque es él quien le proporciona cuidados y consuelo y le mantiene a salvo.
A veces, los motivos pueden estar más en el lado negativo, como el aburrimiento, las necesidades físicas o emocionales, la ansiedad o el miedo. Además, algunas razas, especialmente las que pastorean o se crían con un fin específico, pueden hacerlo por instinto y codificación genética. Por ejemplo, un Border Collie criado para pastorear animales y servir a un propósito de trabajo puede hacerlo por instinto. Necesitan tener una salida para su energía y servicio, y si esas necesidades no se satisfacen, el perro puede volverse inquieto. Si no hay un rebaño que manejar, lo sustituirán por otra cosa en la que fijarse. Ésta es una de las razones por las que es muy importante que te asegures de elegir un perro adecuado a tu estilo de vida.
Es importante que tú y el perro encajéis bien en cuanto a cómo y dónde vivís y a qué entorno estará expuesto el perro. Un cachorro activo con mucha energía ilimitada podría no ser el más adecuado para alguien que no realiza mucha actividad física.
Cómo tratar la ansiedad del perro
Los perros son animales emocionales que van por el mundo con todos sus sentidos en alerta máxima. Así que no es de extrañar que el mundo moderno, con todas sus vistas y sonidos, pueda estar lleno de factores de estrés. En el caso de los perros que han sido abandonados o maltratados, como un perro de refugio con poca o ninguna historia conocida, puede tratarse de un comportamiento originado por la ansiedad y el miedo a ser abandonado o dejado en un refugio de nuevo. Los perros que han sido realojados o abandonados por un miembro de la familia de confianza pueden hacer esto por la preocupación de que se les vuelva a dejar.
Los profesionales veterinarios siguen investigando y descubriendo qué causa exactamente la ansiedad por separación en los perros y el impacto que tiene en ellos. A veces la ansiedad puede ser situacional y sólo puede ocurrir si el perro está sometido a un desencadenante concreto, como una tormenta eléctrica, fuegos artificiales o estar cerca de niños pequeños. Por eso es buena idea acudir primero a un terapeuta conductual o a un veterinario para averiguar exactamente qué está causando la angustia. Especialmente si está interfiriendo en la salud de tu perro, en su dieta o en la armonía de la casa. Una vez establecido esto, se pueden recomendar las medidas de adiestramiento o calmantes adecuadas.
Puede ser necesario mucho tiempo y entrenamiento para ayudar a tu perro a resolver la causa del problema, así que asegúrate de investigar. Ten en cuenta que el comportamiento no se desarrolló de la noche a la mañana y que tampoco se «curará» o arreglará de la noche a la mañana. Tendrás que trabajar con tu perro de forma constante o contratar a un adiestrador profesional para asegurarte de que las técnicas se realizan correctamente.
Cómo evitar que tu perro te siga
Aunque que tu perro te siga es normal y natural, hay veces en que este comportamiento puede resultar problemático. Por un lado, puede ser una pequeña molestia si trabajas desde casa o tienes otras tareas que intentas hacer y tu perro no deja de estorbar. Por otro lado, podría ser perjudicial para el perro porque es un signo de estrés o ansiedad que podría provocar problemas a largo plazo.
Si el perro es un cachorro joven, es probable que se pueda resolver mediante el adiestramiento y el refuerzo positivo. Si el perro es más maduro, podría llevar mucho tiempo, si es que lo hace, ayudar al perro a superarlo.
El perro puede estar enfermo, aburrido, nervioso o estresado. Si, además, el perro gime, lloriquea o muestra gestos nerviosos, podría ser el momento de consultar a un veterinario o a un adiestrador de perros.
Una forma de abordar el comportamiento podría ser poner a tu perro en una zona segura y cerrada dentro de la casa o en el exterior. Otro truco podría ser asegurarse de que el perro socializa lo suficiente. Si tu perro pasa todo el tiempo contigo y sólo contigo, puede desarrollar una aversión a estar lejos de ti o a interactuar con otros humanos o perros.
Reforzar el buen comportamiento con golosinas también garantizará que tu perro entienda que no debe, ni necesita, seguirte todo el tiempo. Una vez que los perros aprenden que no corren ningún peligro, que pueden seguir formando parte de la manada aunque no estés cerca, el perro aprenderá a relajarse.
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