Inaugurada en Europa la primera biorrefinería con emisiones de carbono negativas Estanbul y está utilizando algas para fabricar una variedad de productos para múltiples sectores en Turquía.
Una biorrefinería convierte la materia orgánica en energía y productos útiles.
Turquía espera usar ambos microalgas y macroalgas para producir una variedad de productos que incluyen combustible, complementos alimenticios y fertilizantes en su nueva biorrefinería
La instalación es parte de un proyecto que se esfuerza por utilizar la «bioeconomía» para impulsar el desarrollo, según Berat Zeki Haznedaroglu, profesor asistente de la Universidad Bogazici.
La biorrefinería procesa biomasa de algas para desarrollar diferentes productos y tecnologías para seis sectores diferentes.
La refinería es parte del ‘Concepto de Biorrefinería Integrada para el Desarrollo Impulsado por la Bioeconomía’ de Turquía, o proyecto INDEPENDIENTE que tiene como objetivo proporcionar combustible para el sector energético como una alternativa a la dependencia de recursos fósiles y no renovables entre otros.
También tiene previsto fabricar complementos alimenticios, componentes farmacéuticos, fertilizantes orgánicos y biocombustibles a partir de algas que se cultivan en reactores de producción.
También tiene previsto fabricar suplementos alimenticios, componentes farmacéuticos, fertilizantes orgánicos y biocombustibles.
El proyecto, que cuenta con un presupuesto de 6 millones de euros, está financiado en un 85 por ciento por la Unión Europea y en un 15 por ciento por el Ministerio de Industria y Tecnología de Turquía
La instalación está ubicada dentro del campus de la Universidad de Bogazici junto al Mar Negro, donde se lleva a cabo toda la producción de algas.
La instalación de 2.500 metros cuadrados podrá procesar aproximadamente 1.200 toneladas de masa de algas húmedas por año.
Para procesar recursos naturales sostenibles basados íntegramente en algas sin depender de recursos fósiles, se ha diseñado un sistema integrado de biorrefinería carbono negativo con un objetivo de cero residuos.
Es la primera instalación de este tipo tanto en Europa como en Turquía.
Su objetivo es proporcionar combustible para el sector energético como una alternativa a la dependencia de recursos fósiles y no renovables.
La biorrefinería se encuentra actualmente en la escala de creación de prototipos para producir biocombustible para aviones que se puede mezclar del 1 al 10 por ciento con combustible para aviones estándar.
A finales de 2022 esperan realizar un vuelo doméstico con Turkish Airlines y reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero.