Los aguacates están trayendo ‘violencia y sangre’ a este pueblo mexicano

Todos amamos el aguacate. Pero mientras lo machacamos en nuestra masa madre un domingo por la mañana, está causando problemas mucho mayores en el otro lado del mundo.

En Cherán, un municipio autónomo de México, la fruta verde escamosa ha inspirado una batalla de una década. La gente aquí se ha declarado autónoma y ha formado su propio gobierno en un intento por proteger su tierra.

Durante años, el pueblo ha estado evitando la tala ilegal en sus laderas cubiertas de pinos. Los árboles se cortan para dar paso a las plantaciones de aguacate.

Los aguacates ofrecen a los agricultores ganancias como ningún otro cultivo, y muchos lo describen como «oro verde». Sin embargo, la tala de tierras forestales para plantar aguacates redujo la biodiversidad y las plantas sedientas agotan los suministros de agua locales.

Los habitantes de Cherán no solo tienen que preocuparse por los efectos ambientales de las plantaciones de aguacate. Los cultivadores de aguacate a menudo atraen la atención de los cárteles de la droga y son objeto de extorsión y violencia.

“Nos dimos cuenta de que lo único que trae el aguacate es violencia y sangre, a expensas de las comunidades indígenas”, dice David Ramos Guerrero, miembro de la junta campesina de autogobierno de Cherán.

Protegiendo su bosque

Tomar la lucha en sus propias manos ha tenido tanto éxito que es como si se hubiera trazado una línea a través de las montañas. Aguacates y desmonte por un lado, pinar por el otro.

Inspirados por las mujeres indígenas purpechas que se opusieron a la tala ilegal en 2011, el pueblo se armó y bloqueó el camino para recuperar su tierra.

Diez años después, continúa la lucha por preservar los bosques en el occidental estado de Michoacán. A nivel legislativo, la ciudad ha logrado prohibir el cambio en el uso de la tierra, específicamente donde se convertiría para el cultivo de aguacate.

Cherán también ha formado una unidad de patrullaje voluntario contra la tala. Si los agricultores no están de acuerdo en dejar de talar o plantar aguacates, la unidad los visitará.

Aunque la unidad podría confundirse con el cártel, viajando en pares de camionetas armadas con rifles AR-15, están allí para proteger la naturaleza. Confiscaron hachas, motosierras y troncos a cualquier persona sorprendida talando ilegalmente.

“La comunidad es la que exige y pide que respetemos la naturaleza, tal como nos enseñaron nuestros antepasados. Cuidar la naturaleza, en lugar de destruirla, fortificándola a través de la reforestación”, dijo Ramos.

Mire el video de arriba para obtener más información sobre la lucha de Cherán contra los aguacates.

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