Muchos países cuentan con el carbón, el petróleo y el gas natural para satisfacer la mayor parte de sus necesidades energéticas, pero la dependencia de los combustibles fósiles presenta un gran problema. Los combustibles fósiles son un recurso finito. Con el tiempo, el mundo se quedará sin combustibles fósiles, o será demasiado caro recuperar los que quedan. Los combustibles fósiles también provocan la contaminación del aire, agua y suelo,%20y%20producen%20gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.
Los recursos energéticos renovables ofrecen alternativas más limpias a los combustibles fósiles. No están completamente libres de problemas, pero producen mucha menos contaminación y menos gases de efecto invernadero y, por definición, no se agotarán. Estas son nuestras principales fuentes de energía renovable:
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Energía solar
El sol es nuestra fuente de energía más potente. La luz del sol, o energía solar, puede utilizarse para calentar, iluminar y refrigerar casas y otros edificios, generar electricidad, calentar agua y realizar diversos procesos industriales. La tecnología utilizada para cosechar la energía del sol está en constante evolución, incluyendo los tubos para calentar agua en los tejados, las células fotovoltaicas y los conjuntos de espejos. Los paneles en los tejados no son intrusivos, pero los grandes conjuntos en el suelo pueden competir con el hábitat de la fauna.
Energía eólica
El viento es el movimiento del aire que se produce cuando el aire caliente se eleva y el aire frío se precipita para sustituirlo. La energía del viento se ha utilizado durante siglos para hacer navegar a los barcos e impulsar los molinos de viento que muelen el grano. Hoy en día, la energía del viento es captada por turbinas eólicas y utilizada para generar electricidad. Periódicamente surgen problemas sobre el lugar donde se instalan las turbinas, ya que pueden ser problemáticas para las aves y los murciélagos migratorios.
Hidroelectricidad
El agua que fluye río abajo es una fuerza poderosa. El agua es un recurso renovable, recargado constantemente por el ciclo global de la evaporación y la precipitación. El calor del sol hace que el agua de los lagos y océanos se evapore y forme nubes. El agua vuelve a caer a la Tierra en forma de lluvia o nieve y se drena en ríos y arroyos que vuelven a fluir hacia el océano. El agua que fluye puede utilizarse para hacer funcionar ruedas hidráulicas que impulsan procesos mecánicos. Y capturada por turbinas y generadores, como los alojados en muchas presas de todo el mundo, la energía del agua que fluye puede utilizarse para generar electricidad. Incluso se pueden utilizar pequeñas turbinas para alimentar viviendas individuales.
Aunque es renovable, la hidroelectricidad a gran escala puede tener una gran huella ecológica.
Energía de la biomasa
La biomasa ha sido una importante fuente de energía desde que la gente empezó a quemar madera para cocinar y calentarse contra el frío del invierno. La madera sigue siendo la fuente más común de energía de la biomasa, pero otras fuentes de energía de la biomasa son los cultivos alimentarios, las hierbas y otras plantas, los desechos y residuos agrícolas y forestales, los componentes orgánicos de los residuos municipales e industriales, e incluso el gas metano recogido en los vertederos comunitarios. La biomasa puede utilizarse para producir electricidad y como combustible para el transporte, o para fabricar productos que de otro modo requerirían el uso de combustibles fósiles no renovables.
Hidrógeno
El hidrógeno tiene un enorme potencial como combustible y fuente de energía. El hidrógeno es el elemento más común en la Tierra -por ejemplo, el agua tiene dos tercios de hidrógeno-, pero en la naturaleza siempre se encuentra en combinación con otros elementos. Una vez separado de otros elementos, el hidrógeno puede utilizarse para propulsar vehículos, sustituir al gas natural para la calefacción y la cocina, y generar electricidad. En 2015, el primer coche de pasajeros de producción impulsado por hidrógeno estuvo disponible en Japón y Estados Unidos.
Energía geotérmica
El calor del interior de la Tierra produce vapor y agua caliente que pueden utilizarse para alimentar generadores y producir electricidad, o para otras aplicaciones como la calefacción de viviendas y la generación de energía para la industria. La energía geotérmica puede extraerse de depósitos subterráneos profundos mediante perforación, o de otros depósitos geotérmicos más cercanos a la superficie. Esta aplicación se utiliza cada vez más para compensar los costes de calefacción y refrigeración en edificios residenciales y comerciales.
Energía oceánica
El océano proporciona varias formas de energía renovable, y cada una de ellas está impulsada por fuerzas diferentes. La energía de las olas y las mareas del océano puede aprovecharse para generar electricidad, y la energía térmica del océano -del calor almacenado en el agua del mar- también puede convertirse en electricidad. Con las tecnologías actuales, la mayor parte de la energía oceánica no es rentable en comparación con otras fuentes de energía renovables, pero el océano sigue siendo una importante fuente de energía potencial para el futuro.