Las luciérnagas sincronizadas se reúnen para una «fiesta» en las Grandes Montañas Humeantes

Cada mes de junio, Elkmont Ghost Town, un pueblo fantasma abandonado en el Parque Nacional de las Montañas Humeantes, se ilumina con la mayor reunión del mundo de Photinus carolinus, una especie de luciérnaga que es famosa por su comportamiento de parpadeo sincronizado.

Inspirado por estos insectos parpadeantes, el fotógrafo Harun Mehmedinovic utiliza sus técnicas surrealistas de lapso de tiempo para documentar cuidadosamente la «extraña fiesta forestal» de los insectos en un cortometraje.

Cuando veas la película, titulada «Sinfonía de Elkmont», una de las primeras cosas que notarás es la notable sofisticación y organización de este sublime espectáculo de luces. Mehmedinovic explica que «las luciérnagas macho entran en la época de apareamiento haciendo brillar sus luces de cuatro a ocho veces al unísono durante unos diez segundos, seguidos de [una] oscuridad de ocho a doce segundos en la que las hembras pueden responder con sus luces».

El interés de Mehmedinovic por documentar este espectáculo nocturno proviene de su trabajo con SKYGLOW, un proyecto fotográfico en curso que inició con su amigo Gavin Heffernan para examinar los efectos de la contaminación lumínica en la naturaleza.

Estas luciérnagas sincronizadas son un ejemplo fascinante de hasta qué punto la contaminación lumínica puede dañar la naturaleza. Dado que estos caprichosos insectos requieren una oscuridad total para aparearse, las turbas de turistas con linternas que esperan vislumbrar esta maravilla bioluminiscente suponen un grave problema.

Por eso el Servicio de Parques Nacionales ha establecido restricciones para reducir el impacto de los humanos en la zona. Estas restricciones incluyen la limitación del número de personas que visitan la zona durante la temporada de luciérnagas, así como la prohibición del uso de linternas y otras fuentes de contaminación lumínica. El parque realiza un sorteo para acceder al evento, vendiendo un número limitado de entradas para una ventana a finales de mayo o principios de junio, que es el momento álgido para verlas.



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