9 Frutas y verduras a las que no les gusta la nevera

Libera estos alimentos de la nevera para que sean lo mejor y más sostenible.

Los frigoríficos pequeños no son para todo el mundo, pero con frecuencia nos oirás cantar sus alabanzas. Permiten tener cocinas más pequeñas, consumen menos energía y fomentan un menor desperdicio de alimentos. Para las personas que viven en ciudades donde se puede ir andando, tienen la ventaja añadida de inspirar una forma más comunitaria de hacer la compra, en la que se pueden conseguir ingredientes frescos durante un saludable paseo diario, apoyando al mismo tiempo a los negocios locales.

Pero los frigoríficos pequeños no funcionan si tienes montañas de alimentos que mantener fríos, así que es bueno saber qué alimentos prefieren la nevera y cuáles prefieren quedarse fuera. Esto tiene dos ventajas: Libera espacio en el frigorífico, y además permite que los productos no amantes de la nevera brillen con todo su potencial de textura y sabor. Viva!

Tabla de contenidos

1. Tomates

tres tomates reliquia

Meter un tomate en la nevera es condenarlo a un triste futuro en el que pierde su hermoso sabor. Ese magnífico y delicioso sabor de un tomate está determinado por los azúcares, los ácidos y los compuestos químicos volátiles. La refrigeración no afecta a los dos primeros, pero básicamente desactiva la síntesis de los volátiles, haciendo que los pobres sean sosos e insípidos. ¡Libera los compuestos del sabor! Deja los tomates fuera!

2. Pepinos, berenjenas y pimientos

tres pimientos rojos

Estas frutas tropicales -por extraño que parezca, lo sé- no adoran el frío. Aunque se pueden refrigerar, no lo necesitan, y si se mantienen demasiado frías para sus pequeños cuerpos tropicales, pueden desarrollar picaduras y puntos blandos.

3. Cebollas, chalotas y ajos

dos cebollas sobre una mesa de madera

Mientras que el cebollino, la cebolla de verdeo y las rampas prefieren el frescor del frigorífico, sus primos aliums de papel -cebollas, chalotas y ajos- prefieren un lugar fresco y seco que no sea el frigorífico.   Y ten en cuenta que vienen en una bolsa de malla/red: eso es porque les gusta respirar, así que asegúrate de no asfixiarlas con plástico.

4. Patatas, boniatos

boniato morado sobre madera

Siempre quiero meter las patatas en el frigorífico porque parece que eso debería impedir que se conviertan en criaturas extraterrestres antes de que esté listo para usarlas. Pero algunos científicos dicen que hay que dejarlas fuera, por lo sorprendente que resulta: ¡el riesgo potencial de cáncer! Los estudios sugieren que las patatas crudas no deben guardarse en el frigorífico porque, a bajas temperaturas, una enzima llamada invertasa descompone el azúcar sacarosa en glucosa y fructosa, que pueden formar acrilamida [sustancia química relacionada con el cáncer] durante la cocción.   En un lugar oscuro y seco van las patatas.

5. Frutas de verano

Los melocotones, las ciruelas y las cerezas -todas las frutas con hueso- se vuelven harinosas y sin sabor si se meten en la nevera antes de que hayan podido madurar. Pueden ir a la nevera una vez que estén bien maduras, pero es probable que las devores todas en ese momento.  

6. Calabazas de invierno

¿Alguien pone calabazas de invierno, como la calabaza y la bellota, en la nevera? Son tan bonitas que merecen un papel protagonista en la encimera. Pero aparte de su buen aspecto, su sabor es mejor cuando se dejan fuera.

7. Unos melones

Los melones de piel rugosa (como el cantalupo) seguirán madurando después de haber sido recogidos, así que no los metas en la nevera o no se convertirán en las cosas dulces y jugosas que estaban destinadas a ser.   Los melones de piel lisa, como el melón dulce, se resisten a seguir madurando, así que no protestarán demasiado si se les obliga a entrar en la nevera, aunque parezcan más jugosos y con mejor sabor a temperatura ambiente.

8. Aguacates

un aguacate sobre una mesa de madera

Los aguacates sólo deben ir al frigorífico cuando estén maduros y amenacen con convertirse en papilla. Antes de eso, se negarán a madurar en el frío, y a nadie le gustan los aguacates duros. Si comes bastantes aguacates, la mejor estrategia es comprarlos con antelación cuando aún están bien duros, dejarlos fuera y comerlos a medida que maduran.

9. La albahaca

Se trata de un producto que se puede consumir en cualquier momento.

vaso de albahaca en agua

Oh, albahaca, ¿por qué tan sensible? La mayoría de las hierbas se conservan bien en el frigorífico, sobre todo si se sumergen los tallos en un vaso de agua. Pero la albahaca, tan quisquillosa, es sensible al frío y se vuelve contra ti, ablandándose y volviéndose marrón si la dejas en la nevera demasiado tiempo. A mí me parece que mantener un ramo de albahaca en agua, como las flores cortadas, no sólo alarga su vida, sino que es bonito y hace que la cocina huela a gloria.

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