Paraguay ha estado sufriendo una sequía severa desde 2019. Ha visto caer los niveles de agua en las vías fluviales más importantes de la nación sin litoral, aislándolo del resto del mundo.
La Hidrovía Paraná-Paraguay, que atraviesa Argentina y llega hasta Paraguay, ha caído a sus niveles más bajos en 77 años.
Este conducto que da vida permite a los barcos mover el 96 por ciento de las importaciones y exportaciones internacionales del país. Los niveles del agua están bajando tanto que, para evitar el varado, los buques de carga tienen que aligerar drásticamente sus cargas.
Después de que el año pasado viera niveles de agua históricamente bajos, los paraguayos se han sorprendido al ver que los niveles cayeron aún más este año.
Esta vía fluvial que da vida permite a los barcos mover el 96 por ciento de las importaciones y exportaciones internacionales de Paraguay.
Han aparecido bancos de arena en lugares inesperados que cortan arroyos y canales y hacen que las vías fluviales sean aún más difíciles de navegar.
La reacción en cadena de esta sequía de años ha visto sufrir a muchas industrias en Paraguay, desde la agricultura y la pesca hasta la farmacéutica y Envío.
Octubre de 2020 también vio devastadores incendios forestales en grandes áreas de bosque en el país, quemando cientos de miles de hectáreas de tierra. Estos incendios se produjeron junto a una ola de calor que registró temperaturas récord que agravaron el problema.
Los científicos no están seguros de si la desecación del río es parte del ciclo natural o no, pero les preocupa que el cambio climático pueda ser el culpable.
Resolver el problema se ha convertido en la prioridad número uno para el gobierno del país, ya que han comenzado a dragar pasajes a lo largo del río Paraguay en un intento de permitir que los barcos entren y salgan de la capital del país, Asunción.