Las zanahorias vienen en muchas formas y tamaños, desde largas y rectas hasta extrañas y torcidas, pero los consumidores a menudo tienen miedo de las verduras deformes.
De aquellos que parece que se están abrazando, a algo un poco mas clasificado x, si cultivas zanahorias orgánicamente, es bastante común que la verdura naranja no sea recta.
Pero una nueva investigación de la Universidad Estatal de Ohio ha descubierto que los compradores necesitan un poco de persuasión cuando se trata de comprar verduras en el supermercado.
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¿Cómo se puede persuadir a la gente para que ‘compre wonky’?
El estudio encontró que los consumidores pueden ser muy exigentes a la hora de elegir sus zanahorias. Utilizando escenarios de compra hipotéticos, los investigadores descubrieron que los participantes necesitaban que se les dijera que las zanahorias raras eran tan buenas para ellos como las llamadas «perfectas».
Y no solo eso, el marketing de exhibición también necesitaba informarles que comprar zanahorias ‘feas’ también ayudaría a reducir el desperdicio de alimentos.
Los investigadores descubrieron que este enfoque de doble filo era la forma más eficaz de impulsar las ventas y que un mensaje por sí solo no era tan eficaz.
Los hallazgos también mostraron que los compradores comprarían racimos mixtos, que contenían zanahorias rectas y torcidas, pero necesitaban un incentivo de descuento para hacerlo. Solo las comprarían si el 60 por ciento del racimo también fuera la zanahoria ‘perfecta’ habitual.
¿Cuánta comida se desperdicia debido a la apariencia?
Si bien las ventas de verduras cocidas han aumentado en los últimos años gracias a campañas de marketing como Morrisons en el Reino Unido rango inestable, todavía existe un gran problema de desperdicio de alimentos en la industria.
Un estudio de 2018 del Universidad de Edimburgo estimó que cada año se descartan 50 millones de toneladas de frutas y hortalizas frescas en Europa por motivos estéticos.
Un estudio de 2018 de la Universidad de Edimburgo estimó que cada año se descartan 50 millones de toneladas de frutas y verduras frescas en Europa por razones cosméticas.
El poder de los supermercados y sus estándares estéticos son los culpables de este despilfarro. Gran parte de los productos no deseados se vuelven a arar en los campos o se envían al vertedero.
El comportamiento de los consumidores también debe cambiar
Si bien los supermercados cargan con gran parte de la culpa del desperdicio de alimentos, las opiniones de los consumidores también deben cambiar.
Los participantes en el estudio expresaron una aversión constante por los racimos con zanahorias feas, y también afirmaron que también querían pagar menos por las imperfectas.
Curiosamente, sin embargo, los consumidores en los mercados de agricultores estaban mucho más dispuestos a comprar racimos menos que perfectos cuando tenían hojas verdes adheridas.
Curiosamente, sin embargo, los consumidores en los mercados de agricultores estaban mucho más dispuestos a comprar racimos menos que perfectos cuando tenían hojas verdes adheridas.
Esto puede revelar que estos compradores esperan que las zanahorias se vean más realistas y como si hubieran salido «directamente del suelo» en lugar de las verduras prelavadas y, a veces, incluso precortadas que se encuentran en los supermercados.