Por lo general, los lápices están hechos de árboles. Pero a una empresa danesa se le ocurrió una nueva idea: cultivar árboles con lápices.
Y estos no son árboles viejos, son la variedad navideña.
Sprout produce los únicos lápices plantables del mundo. La idea es hacer un buen uso de los productos, incluso después de haberlos afilado demasiadas veces.
Los lápices están hechos de madera recolectada de forma sostenible, con un núcleo de escritura hecho de grafito 100% natural y no tóxico. Sin embargo, escondida al final del lápiz, hay una cápsula a base de plantas llena de semillas.
«Una vez que haya terminado de escribir, en lugar de tirarlo, simplemente planta la cápsula verde, que contiene las semillas, y luego la cuida como cualquier otra planta», dice a Euronews Green Michael Stausholm, fundador de Sprout.
Hay una amplia variedad de opciones de semillas, por lo que puede elegir si desea que su lápiz se convierta en tomates cherry para su jardín, flores para el alféizar de su ventana o incluso en un árbol de Navidad.
La empresa ha creado una serie especial de lápices con semillas de abeto en su interior. Los abetos se conocen principalmente como árboles de Navidad y pueden crecer y sobrevivir en muchos climas diferentes.
Pero, ¿quién usa lápices en estos días?
Utilizamos 14.000 millones de lápices cada año en todo el mundo, lo que significa que se talan 82.000 árboles solo para satisfacer la demanda.
Pero los árboles son una parte vital de la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global. Almacenan carbono, liberan oxígeno, estabilizan el suelo y proporcionan hábitats para la vida silvestre de nuestro planeta.
Hasta ahora, Sprout, que se creó en 2013, ha vendido más de 30 millones de lápices en más de 80 países, incluidos el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos.