A pesar de su imagen redondeada y alegre, cualquier persona versada en documentales sobre la naturaleza sabrá que los hipopótamos son en realidad increíblemente peligrosos.
Con su enorme tamaño y sus mandíbulas cavernosas, pueden meterse con casi cualquier cosa en el reino animal.
Pero esas impresionantes mandíbulas no son solo para masticar. Una nueva investigación encuentra que los hipopótamos en realidad tienen la capacidad de comunicar señales sociales complejas a largas distancias con su evocador «graznido sibilante».
El estudio, publicado en la revista Biología actual01693-6?_returnURL=https%3A%2F%2Flinkinghub.elsevier.com%2Fretrieve%2Fpii%2FS0960982221016936%3Fshowall%3Dtrue#relatedArticles), centrado en este sonido característico que hacen los hipopótamos y que se puede escuchar a un kilómetro de distancia.
Al reproducir los sonidos de los hipopótamos de diferentes grupos, los científicos se dieron cuenta de que respondían de manera diferente dependiendo de si conocían el ‘honker’.
Hipopótamos graznando
Famosos animales territoriales, si los hipopótamos escuchaban la llamada de un individuo de su propio grupo, permanecían bastante relajados. Pero si el graznido era de un hipopótamo desconocido, los científicos los vieron reaccionar con agresión repentina.
“Pudimos reproducir señales y hacer preguntas a los animales”, dice Nicolas Mathevon, profesor de comportamiento animal en la Universidad de Lyon Saint-Etienne, Francia.
La pregunta básica que hizo el estudio fue si estos animales podían reconocer la voz de un hipopótamo familiar frente a la de un extraño.
“Tienen un repertorio vocal con distintas llamadas”, explica. “Cuando emitíamos las llamadas de un individuo desconocido, unos segundos después recibimos una llamada en respuesta y al menos uno o dos individuos se acercaron al altavoz y mostraron un comportamiento de marcado: rociar estiércol en el lugar.
“Estas llamadas desconocidas provocan una reacción territorial”.
Comprender cómo se comportan los animales en peligro de extinción como los hipopótamos puede ser clave para garantizar su supervivencia continua a medida que los humanos invaden sus hábitats.
“Cada vez hay más conflictos entre animales y humanos y los hipopótamos son bastante peligrosos”, señala. «Necesitamos comprender mejor el comportamiento de los animales si queremos gestionar las relaciones entre humanos y animales».
Otras criaturas parlanchinas
No se trata solo de que los hipopótamos se reúnan para un poco de chinwag. El mismo grupo de investigación estudió a los elefantes marinos en California y descubrió que los machos reconocían las voces de los demás.
También se ha realizado un estudio de hienas manchadas de la Universidad de California en Berkeley. Descubrió que su risa icónica les da a otras hienas una comprensión del rango social del hablante.
Diferentes tonos de risa podían comunicar la edad y las diferencias en la frecuencia de las notas indicaban su posición en el orden social.
delfines también tienen la capacidad de distinguirse entre sí en función de sus silbidos únicos. Los silbidos individuales de estos mamíferos marinos son una firma que actúa como un nombre.
Este descubrimiento fue importante porque no solo les dio a los científicos más información sobre el comportamiento de los delfines, sino que también ayudó a rastrear a los animales para su conservación.