Las ratas topo desnudas no son topos ni ratas, y en realidad ni siquiera están desnudas, a pesar de lo que sugiere su nombre. Son roedores excavadores con dientes de ciervo que parecen morsas en miniatura, nativos de África oriental, y se han convertido en una gran fuente de fascinación para los científicos. Los cachorros de arena, como también se les llama, llevan un estilo de vida especial que les ha obligado a adaptarse de diversas maneras. Estas adaptaciones permiten a los humanos conocer su propio bienestar, desde el alivio del dolor hasta la investigación del cáncer y el envejecimiento. Las ratas topo desnudas representan un tesoro de posibilidades médicas. He aquí algunos datos sobre estas cautivadoras criaturas (aunque de aspecto un poco extraño).
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Al igual que las termitas, las hormigas y otros insectos, las ratas topo desnudas muestran eusocialidad. Hay una reina y de uno a tres machos con los que se reproduce, y el resto son «soldados», que protegen los nidos de las serpientes y otras ratas topo desnudas; buscadores, que recogen comida; o tuneladores. Puede haber hasta 300 en una sola colonia. Además de la reina, las hembras no son físicamente capaces de reproducirse. Las ratas topo desnudas son los primeros mamíferos que presentan esta estructura.
Sus nidos son grandes, pero puede que ni siquiera los notes
Aparte de un agujero en forma de volcán que sirve tanto de entrada como de salida, una madriguera de rata topo subterránea suele ser apenas visible. Puede haber varios kilómetros de complejos sistemas de túneles que contienen cámaras y cavernas muy organizadas bajo sus pies, y puede que ni siquiera te des cuenta de que está ahí.
Tienen pelo, y sirve para un propósito especial
Según el zoo de San Diego, los cachorros de arena no carecen totalmente de pelo (como su nombre sugiere erróneamente). Tienen unos 100 pelos finos por todo el cuerpo que, en su mayoría, actúan como bigotes, ayudando a las ratas topo a percibir lo que les rodea, ya que son prácticamente ciegas. El pelo que tienen entre los dedos de los pies tiene una función adicional: ayuda a la rata topo a barrer la tierra cuando escarba bajo tierra.
No se acercan a la muerte a medida que envejecen
Un estudio de 2018 publicado en eLife descubrió que, a diferencia de otros mamíferos, el riesgo de mortalidad de las ratas topo desnudas no aumenta a medida que envejecen. Los humanos, en comparación, adoptan el enfoque opuesto, duplicando su riesgo de muerte cada año después de los 30 años. Sin embargo, para este mamífero anómalo, el riesgo de muerte a los 6 meses de edad -más o menos cuando alcanzan la madurez sexual- es de uno entre 10.000. Esa cifra no aumenta a medida que envejecen y, de hecho, puede incluso disminuir. La rata topo desnuda puede vivir hasta los 30.
Se sabe que secuestran a otras crías de topo
El estilo de vida cooperativo no siempre es un buen augurio para las crías de rata topo. Una reina experimentada puede dar a luz a más de 30 crías en una camada, y luego convencer a sus obreras de que las cuiden alimentándolas con sus heces hormonadas. En estudios anteriores, las ratas topo obreras han robado las crías a la reina y las han puesto a trabajar en otra colonia vecina. Su tendencia a cuidar de crías que no son suyas es un ejemplo de aloparentalidad.
Ciertas proteínas les ayudan a mantenerse sanas
En un proceso digestivo normal, las proteínas se dañan y luego se reciclan para formar nuevas proteínas. Las que no se desechan pueden resultar perjudiciales para otras células, lo que provoca diversas afecciones relacionadas con el envejecimiento. Sin embargo, las ratas topo desnudas son mucho más eficientes en el reciclaje de sus proteínas. Sus cuerpos etiquetan menos proteínas para su reciclaje porque son menos las que realmente lo necesitan, según un estudio de 2009 publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS). Esta estabilidad de las proteínas puede ser una pista de su longevidad.
Las ratas topo desnudas podrían estar libres de cáncer gracias a un gen
Otro estudio de 2009 publicado en PNAS descubrió que las ratas topo desnudas tienen un gen, el «p16», que impide que las células se reproduzcan cuando se amontonan demasiado. Este gen a prueba de fallos evita que contraigan cáncer, causado por un crecimiento celular agresivo. Dada su larga vida (y el hecho de que una vida más larga puede significar a menudo un mayor crecimiento celular), este descubrimiento podría ayudar también a los humanos a combatir el cáncer.
Su insensibilidad a los ácidos está ayudando a la investigación farmacéutica
Como pasan tanto tiempo en túneles estrechos -donde el exceso de dióxido de carbono exhalado provoca una acumulación de niveles de ácido-, las ratas topo desnudas han tenido que adaptarse a condiciones nefastas. Los primeros investigadores esperaban encontrar sus neuronas sin receptores de ácido, pero lo que descubrieron en cambio fue que el canal de sodio que normalmente enviaría señales de dolor al cerebro se bloquea cuando las moléculas de ácido se unen a sus receptores sensoriales del dolor. Este ha sido un descubrimiento fundamental en el avance de los analgésicos humanos.
Pueden pasar largos periodos sin oxígeno
Los entornos con poco oxígeno son mortales para la mayoría de los organismos, pero estos bichos pueden vivir sin aire durante 18 minutos, o con poco aire hasta cinco horas. Básicamente se convierten en plantas. Cuando el oxígeno es limitado, su sistema bombea fructosa a su torrente sanguíneo y luego a su cerebro. Sin esta capacidad, sobrevivir en madrigueras donde el oxígeno es escaso sería casi imposible.
Sus grandes dientes son vitales para su supervivencia
Las ratas topo desnudas se dan un festín de tubérculos y raíces, lo que requiere unas fuertes mandíbulas. Según el zoo de San Diego, esos dos prominentes dientes delanteros siguen creciendo, pero se mantienen a una longitud razonable gracias al limado constante. También son útiles para hacer túneles, y su boca se mantiene libre de tierra porque sus labios se sellan detrás de los dientes. ¿Pero la hazaña más excepcional? Pueden mover cada diente individualmente, como palillos, para agarrar cosas.