El hemisferio norte se despedirá oficialmente del verano en la mañana del 23 de septiembre y dará la bienvenida al otoño. Precisamente a las 3:50 a.m., hora de verano del este, el sol estará directamente en línea con el ecuador celeste de la Tierra (el ecuador proyectado en el cielo) y el día y la noche durarán aproximadamente el mismo tiempo. A partir de ahí, los días se irán acortando gradualmente hasta el solsticio de invierno, momento en el que iniciarán su viaje de vuelta en el ciclo interminable que marca nuestras cuatro estaciones.
Bienvenidos al equinoccio de otoño.
Aunque la mayoría de nosotros sabemos que este día especial de septiembre marca el inicio de la temporada de jerseys, botas y calabazas (conocida por algunos como «otoño»), hay mucho más que saber sobre esta fecha de lo que parece a primera vista. Considera los siguientes hechos:
1. El término equinoccio proviene del latín «aequus» de «igual» y «nox» de «noche», ya que el equinoccio (tanto en primavera como en otoño) es el punto en el que el día y la noche son iguales.
2. Dicho esto, la igualdad del día y la noche no es exactamente así. Aunque el centro mismo del sol se pone efectivamente 12 horas después de salir, el día comienza cuando el borde superior del sol alcanza el horizonte (lo que ocurre un poco antes de que salga el centro), y no termina hasta que todo el sol se ha puesto completamente, explica El Almanaque del Viejo Agricultor – lo que significa que los días son todavía un poco más largos. Es unos días después del equinoccio de septiembre cuando se produce el lapso de igualdad entre el día y la noche.
3. Aunque el equinoccio de otoño suele caer el 22 o el 23 de septiembre cada año, a veces se desvía. En 1931, cayó el 24 de septiembre. ¿Por qué? Porque el planeta tarda 365,25 días en dar la vuelta al sol, lo que significa que, de vez en cuando, el calendario gregoriano y la órbita del sol colaboran para retrasar el equinoccio un día, pero no muy a menudo. El próximo equinoccio de otoño, previsto para el 24 de septiembre, no se producirá hasta el año 2303.
4. La luna llena más cercana al equinoccio de otoño se conoce como «luna de la cosecha». En esta época del año, la luna sale más temprano por la tarde, lo que permite a los agricultores trabajar hasta más tarde. En los años en los que la luna de la cosecha se produce en octubre, se denomina «luna llena del maíz» porque suele coincidir con la cosecha del maíz.
5. Junto con el vibrante torrente de hojas otoñales que se produce con el equinoccio de septiembre, el cielo suele tener su propio despliegue de color. Según la NASA, durante el otoño se producen tormentas geomagnéticas con una frecuencia dos veces superior a la media anual, lo que significa que es momento ideal para ver la aurora boreal.
6. Las hojas brillantes y las tormentas geomagnéticas no son las únicas cosas que se intensifican en la época del equinoccio de otoño. El mundo de las criaturas también responde. ¿Un ejemplo? Los animales de las altas latitudes experimentan cambios biológicos con el cambio de estación. Por ejemplo, el hámster siberiano macho, un roedor que experimenta una hinchazón de los testículos hasta casi 17 veces su tamaño normal cuando los días empiezan a acortarse.
7. Entre los años 1793 y 1805, el equinoccio de otoño era el inicio oficial de cada nuevo año según el calendario republicano francés. La monarquía francesa fue abolida un día antes del equinoccio de 1792, por lo que los revolucionarios diseñaron su nuevo calendario para que comenzara en el equinoccio. Por ley, el comienzo de cada año se fijó a medianoche, comenzando el día en que caía el equinoccio de otoño en el Observatorio de París.
8. Los equinoccios de primavera y otoño son los dos únicos momentos del año en los que el sol sale por el este y se pone por el oeste. Así que si no estás muy seguro de cuál es el camino, utiliza el equinoccio para anotar por dónde sale y se pone el sol, ajusta tu brújula interior y no vuelvas a perderte nunca más.