Cómo saber si un tomate está maduro sin estropearlo

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No manosees los productos! Acariciar en exceso productos delicados como los tomates y los aguacates en el mercado los perjudica y aumenta el desperdicio de alimentos.

Hay dos tipos de tomates en este mundo. Los que se crían para la manipulación y el transporte -y saben a cartón harinoso- y los que se crían para el sabor y la textura. Y conseguir todas esas características en un solo tipo de tomate parece ser una tarea que está más allá de nuestros conocimientos actuales.

Por supuesto que hay otros tipos de tomates en este mundo, pero la cuestión es que los tomates del supermercado destacan por su durabilidad y los tomates autóctonos son delicados. Y cuando vamos al mercado y exprimimos los deliciosos, éstos sufren.

El Washington Post llama a los que apretamos y manoseamos los tomates autóctonos los «tocadores de tomates»… la gente que «va al mercado de agricultores y manipula cada orbe regordete, apretando y manoseando, palpando con cuidado la firmeza y los defectos antes de decidir cuál será su próxima ensalada Caprese»

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Si fueran coles, zanahorias o patatas, no habría problema. Pero la manipulación de estas delicadas bellezas puede hacer que un agricultor, según uno de los entrevistados por el Post, pierda el 25% de sus tomates por daños causados por los clientes.

«La hierba es más verde al otro lado de la valla», dice Eli Cook, de Spring Valley Farm & Orchard, en Romney, Virginia Occidental. «Piensan que si recogen todo el montón, el que está al final es el mejor».

Bien, de acuerdo, lo entendemos. Pero un comprador quiere asegurarse de que la parte inferior del tomate en el que va a derrochar no parece una película de terror. Los tomates reliquia son notoriamente «feos» (lo que realmente depende del ojo del espectador), pero es simple instinto querer inspeccionar lo que vas a comer. Así que tal vez se justifique un examen suave, pero el problema es exprimirlo. Y lo irónico es que exprimir no es la mejor manera de determinar la madurez de un tomate.

– En lugar de abusar de la pobre cosa, huele; el olor es un indicio mucho mejor.

– Y comprueba el color de la parte inferior del tomate (para lo que tendrás que levantarlo, sí, con cuidado): cuanto más oscuro sea, más maduro está, dice Paul Mock, de Mock’s Greenhouse and Farm, en Berkeley Springs, Virginia Occidental.

– Y ya que estamos, se supone que son feas. Las grietas, que suelen ser omnipresentes en las reliquias, se deben al tiempo lluvioso de la primavera, no a un exceso o a una falta de maduración.

Mientras tanto… los tomates no son las únicas víctimas de nuestra necesidad de exprimir. Cuando la gente aprieta los aguacates en el supermercado para comprobar su madurez, puede resultar en magulladuras invisibles (desde el exterior), un pequeño regalo frustrante para la persona que acaba comprando la fruta. Y las magulladuras en un aguacate afectan al sabor y a la textura y pueden hacer que se desperdicie. No hace falta hundir los dedos puntiagudos en un aguacate, basta con una presión muy (muy) ligera y uniforme de la mano para calibrar la blandura sin dañar las pobres cosas.

¿Tienes otros trucos para evaluar la madurez sin dañar el producto? Compártelo en los comentarios.

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