Desde Casas diminutas inspiradas en Tolkien en Maryland hasta una entrevista con Jay Schafer, creador de Tumbleweed Tiny House Company, Treehugger ha explorado un montón de opciones de vida para quienes creen que menos puede ser más. Sin embargo, no hemos explorado tantas casas diminutas como Kirsten Dirksen, cocreadora de Fair Companies, una serie de vídeos dedicada al lado más sencillo de la vida sostenible.
Aquí tienes algunos de nuestros envíos favoritos de los viajes de Kirsten.
Un adolescente construye una casa diminuta para tener un futuro sin hipotecas
Cuando Austin Hay empezó a contemplar la posibilidad de irse de casa, decidió que no quería vivir en una residencia universitaria ni ahorrar para una casa de 1.000 metros cuadrados con un garaje para dos coches. En su lugar, construyó su propia casa de 130 pies cuadrados para llevársela cuando se mudara. Incluso se las arregló para hacer una fiesta en ella para celebrarlo cuando estaba terminada.
Casa minúscula sin electricidad que fomenta la vida contemplativa
Vivir en una casa de 120 metros cuadrados no es la idea de lujo de todo el mundo. Vivir en una casa de 30 metros cuadrados sin agua corriente, electricidad ni Internet es la idea que algunos tienen de la pura miseria. Pero para Diana y Michael Lorence, La Casa del Interior se convirtió en un santuario de las presiones, el ruido y el constante movimiento de la vida moderna.
Los neoyorquinos viven a lo grande en algunos espacios diminutos
El movimiento a favor de una vida más pequeña no consiste sólo en mudarse a un cobertizo en el campo. De hecho, los urbanitas llevan años siendo pioneros en vivir en espacios reducidos. Este arquitecto nos ofrece un breve recorrido por su «apartamento» de 78 pies cuadrados en el centro de Manhattan. Para los menos frugales, echa un vistazo a las diferentes configuraciones que el fundador de TreeHugger, Graham Hill, ha conseguido meter en su apartamento transformador de LifeEdited en Nueva York.
En ambos casos, nos recuerdan cómo vivir en espacios pequeños puede animarnos a vivir también con menos, comprando menos bienes e incluso comiendo menos carne.
Un viejo establo se convierte en una hermosa y diminuta casa
También en Europa la gente está descubriendo que, con un diseño cuidadoso y un poco de priorización del estilo de vida, es posible vivir en el centro de las ciudades más caras por una fracción del coste de una casa convencional. Aquí el fotógrafo Jérémie Buchholtz y su arquitecto, Matthieu de Marien, explican cómo reinventaron un viejo establo sin ventanas en Burdeos para convertirlo en una casa hermosa, flexible y llena de luz.
24 habitaciones en un apartamento de Hong Kong
En Hong Kong, vivir uno encima del otro es prácticamente una forma de vida. Sin embargo, para Gary Chang, 344 pies cuadrados albergan 24 «habitaciones» diferentes. Con paredes móviles, electrodomésticos modernos y una voluminosa librería flotante, Chang está claramente decidido a demostrar que estamos más limitados por nuestra imaginación que por el espacio que habitamos.
Casa de bricolaje construida por 3.500 $
Al igual que Austin Hay, Jenine Alexander no se conformó con dejar que el mercado inmobiliario dictara sus opciones de vida. Así que construyó su propia casa, utilizando materiales recuperados y artículos de segunda mano. Su casa móvil y diminuta se creó por sólo 3.500 dólares, un precio que le permitió permanecer en su ciudad natal de Healdsburg, California.