No es necesario secar la ropa en la secadora en esta época del año. He aquí por qué deberías sacar tu ropa al exterior para colgarla al cálido sol.
En un artículo para The Guardian, Madeleine Somerville describe lo mucho que le gusta hacer la colada en primavera. Cuando sale el sol y el tiempo se calienta, hay algo profundamente satisfactorio en tender la ropa para que se seque:
«Saco una a una nuestras camisas y vestidos, camisetas y calcetines, sacudo las arrugas, las sujeto con pinzas, y luego tiro del tendedero para prender la siguiente. Sacudir y prender, alisar y tirar del sedal. Es muy relajante en su repetición, y sólo me lleva unos 10 minutos más que meterlo en la secadora.
«Siento el sol en la cara y una especie de dolor suave y agradable en los brazos. Es silencioso y satisfactorio. Cuando termino, puedo retroceder y examinar mi trabajo, ver lo que he hecho. Es un ritual que no puede apresurarse en una época en la que todo parece apresurado».
Me identifico con el entusiasmo de Somerville. Cuelgo la ropa de mi familia durante todo el año, utilizando bastidores plegables que se pueden colocar tanto en el interior como en el exterior (los bastidores son prácticos porque puedes meterlos dentro si empieza a llover, aunque son un poco más quisquillosos que un tendedero). A menudo me encontrarás con un cesto de ropa bajo un brazo y el bebé bajo el otro mientras me dirijo al exterior para aprovechar cada minuto de luz solar. El bebé se pasea por la hierba a mis pies mientras yo sacudo, ajusto y tiendo cada prenda sobre el tendedero.
Las ventajas de colgar la ropa son muchas, sobre todo ahora que el tiempo es más cálido. La ropa y las sábanas secadas al aire huelen divinamente, y el sol es un eficaz agente blanqueador, especialmente para las manchas orgánicas como las de sangre y tomate, y los pañales de tela descoloridos. Además, la ropa se estropea menos cuando se cuelga para secarla, en lugar de meterla en la secadora. Somerville explica:
«Las secadoras encogen la ropa el doble que el secado al aire, y lo que es más importante, pueden causar daños irreversibles. ¿Lo dudas? La prueba está en la pelusa de la secadora. Ese material borroso que recubre el colector de pelusas está formado por pequeños jirones de hilo procedentes de cientos de desgarros microscópicos en el tejido de tu ropa. Con el tiempo, el uso regular de la secadora hace que tu ropa se desgaste más rápidamente, si es que no la has encogido ya. Este desgaste acelerado significa que tienes que reemplazar tu ropa antes: otro coste para ti y más residuos para el vertedero.»
También está el argumento medioambiental. Las secadoras consumen cantidades ingentes de energía y hay muchísimas. Como informó EconomiaCircularVerde, «Hay más de 88 millones de secadoras en Estados Unidos, cada una de las cuales emite más de una tonelada de dióxido de carbono al año». De hecho, Somerville señala que, según algunas estimaciones, si cada hogar del Reino Unido optara por secar una sola carga de ropa a la semana, podríamos ahorrar más de un millón de toneladas de CO2 cada año.
Colgar la ropa puede parecer una tarea gigantesca, sobre todo si tienes una familia numerosa y niños pequeños, pero hablando como alguien con tres pequeños, sinceramente no me parece tan malo. Es mi tiempo obligatorio de evasión al aire libre, cuando sueño despierta con la sensación del sol en la cara mientras trabajo. También es una gran oportunidad para que mis dos hijos mayores participen en las tareas domésticas; ahora también suelen tender la ropa.
Si aún no tienes un tendedero, haz una visita a tu ferretería local para ver qué opciones hay.